55. Ritual de liberación. Parte I.

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Uno de los días que más recuerdo en la secundaria fue cuando estuve preocupada desde la mañana porque tenía un examen para el que no había estudiado, horas antes nos dijeron que el profesor había enfermado y no podría ir por lo que me sentí salvada, pero mis expectativas fueron traicionadas cuando el profesor entró al salón con un cubrebocas y los exámenes en la mano. No es un recuerdo agradable, pero fue mucho más amigable que la desesperación que sentí en el nuevo mundo.

Mi identificación mostraba una nueva profesión y no podía dejar de admirarla, me había convertido en una Bruja y no podía sentirme más emocionada, ¿era gracias a la profesión que podía utilizar los hechizos o gracias a que lancé los hechizos obtuve la profesión? Todavía tenía muchas dudas, pero no tenía caso pensar en ello. Amara conducía el carro tirado por Arthur, mientras tanto yo me dediqué a dibujar las fórmulas para el hechizo Crear Flama con pequeñas alteraciones para cambiar su brillo o su tamaño. También le expliqué a las niñas cómo funcionaban, pero no parecieron comprender lo que les decía, ¿era fácil para mí por mi profesión de Estudiante? No tenía más que dudas respecto a las profesiones.

Llegamos a La Guarida de la Comadreja una hora después de salir de casa y Vlad ya nos estaba esperando. Aunque normalmente su puerta estaba cerrada, una vez entramos incluso colocó un candado ya que "estaremos ocupados por un rato". Tenía sentido, cuando Yrsa realizó su ritual tardó cuatro horas en completarlo, sus amigos tardaron un poco menos pero Damara, su rival, tardó once horas completas en superarlo. El tiempo variaba según el hechicero y no existía una regla que dijera cuánto tiempo debía durar.

En el mostrador le entregué a Vlad cuatro frascos con sangre que Bunny mantenía en su Bolsillo Infinito, llenarlos era un fastidio ya que tenía que hacer un corte en mi mano para que la sangre fluyera y después beber una poción de salud para recuperarme de la herida. Solo duraba unos minutos, pero cortarse nunca es una sensación placentera así que realmente me disgustaba, aun así, era un precio bajo a pagar a cambio de contar con los servicios exclusivos de Vlad.

- ¿No vas a beberlos? -pregunté mientras veía a Vlad colocar los frascos en un pequeño cofre de madera.

- La sangre cargada de Divinidad, como el mejor de los vinos, solo debe disfrutarse en ocasiones que realmente lo ameriten.

La caja en la que guardó los frascos brilló con un pequeño círculo mágico que emitía un aura densa y poderosa.

- ¿Qué pasa con es cofre?

- Está encantado con magia temporal -respondió Vlad- mientras estén ahí, la sangre no perderá sus propiedades.

Era mi primera vez viendo algo así y sentí mi corazón acelerarse una vez más. Existía magia en todas partes y yo finalmente estaba por aprender a utilizarla también.

Bajamos unas escaleras y llegamos al sótano de la tienda. Al igual que en la parte superior, había toda clase de artefactos inusuales e ingredientes de todo tipo, pude sentir auras diferentes pero no me atreví a sincronizarme, hacerlo podría dañar las pertenencias de Vlad y era un riesgo que no estaba dispuesta a correr. Al centro de la habitación había un círculo tan grande que todos podíamos estar en su interior. No era un círculo común, me di cuenta que era una fórmula mágica bastante compleja, ni siquiera fui capaz de entender para qué servía incluso cuando sabía de antemano que formaba parte del ritual.

- Escribir esta fórmula debió tomar días.

- Solo un par -respondió- el resto del tiempo preparé el Líquido Ritual.

Vlad señaló un caldero burbujeante que descansaba en la esquina de la habitación, para mi sorpresa, no había un aura a su alrededor, ¿era mi nivel demasiado bajo?

Morí y ahora vivo en mi libro favoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora