71. Rescate (III)

152 23 1
                                    

Este capítulo no ocurre desde la perspectiva de Diana.

Si me hubieran preguntado hace algunos meses qué opinaba de los vampiros, mi respuesta hubiera sido que no eran más que una leyenda, que hacía mucho tiempo que se habían extinguido y que si todavía existían, vivían muy lejos. Seres chupasangre con una habilidad mágica muy por encima de la de los humanos... criaturas como esas eran aterradoras y sin embargo, ahora yo tenía que ir a pedirle a uno que me ayudara a rescatar a mi amiga. Lo extraño sería no tener miedo, ¿no creen?

Aranea y Amara estaban tan motivadas que cuando entraron en la ciudad corrieron hacia la escuela y el centro de comerciantes, yo, por otro lado, estaba tan nerviosa que me tomó veinte minutos armarme de valor para ir a La Guarida de la Comadreja. Había estado ahí un par de veces antes gracias a Diana, pero el lugar era lúgubre y aterrador, además, su dueño no era solo un vampiro, era un vampiro original, una criatura que se dice puede rivalizar incluso con los dragones. Si estuviera con las demás podría entrar fácilmente, pero esta vez estaba sola y no podía simplemente evitarlo. Si no lo hacía, Diana estaría en problemas.

Una mirada pesada que me llenó de ansiedad me recibió cuando abrí la puerta. Lo había visto antes, pero sentí que era la primera vez que nos mirábamos a los ojos. Retiré la mirada de inmediato y caminé con la mirada gacha hacia el escritorio.

- Tú eres una de las niñas de Diana, ¿qué te trae por aquí?

- M-mi nombre es Aradia. Yo... vengo a pedir su ayuda -hablé tan fuerte como pude, pero mi voz se fue debilitando mientras las palabras salían y lo último que dije apenas y fue audible.

- Eres Aradia y viniste a... ¿qué cosa?

-  ¡Vine a pedir su ayuda!

Me había sonrojado al no ser escuchada así que terminé gritando mientras mi rostro se ponía rojo. Seguía sintiendo miedo y mis piernas temblaban, pero si no hablaba, si no gritaba, seguramente terminaría arrepintiéndome. Vlad me miró con su típica frialdad y me llevó a la trastienda donde le expliqué todo lo que había pasado, desde el nuevo hechizo de Diana hasta nuestro encuentro con Amira. Había pasado mucho tiempo desde que hablaba tanto y sentí que mi garganta incluso se había lastimado al hacerlo, pero afortunadamente, hablar tanto me ayudó a perder el miedo a Vlad y finalmente pude sentirme un poco más tranquila.

- ¿Entonces quieres que irrumpa en la prisión y libere a Diana? Me temo que es imposible, no puedo hacerlo.

- No, no es eso -respondí rápidamente-, Diana nos dio instrucciones. Aranea y el director Haugen tratarán de limpiar su nombre, Amara y Abigail usarán el dinero para reducir la sentencia y mi trabajo es convencerlo a usted de ayudarla en caso de que las cosas se vuelvan peligrosas.

- ¿Peligrosas? Si asesinó a alguien es seguro que la van a ejecutar, no imagino algo más peligroso que eso.

- ¡¿Ejecutada?!

- ¿No lo sabías? El fiscal aquí es bastante estricto, los homicidas no suelen quedar impunes. Incluso si fuera inocente, Diana no podrá librarse de la soga que ella misma puso alrededor de su cuello.

- ¿No podemos hacer nada?

- Diana es una persona especial. Estoy seguro de que saldrá de ahí incluso sin mi ayuda. No te preocupes tanto.

¿Cómo podía ser tan indiferente? Diana confiaba en él tanto como en el director de esa escuela, pero a él no parecía importarle un poco.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 09, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Morí y ahora vivo en mi libro favoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora