CAP 09

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Era sábado temprano por la mañana, para ser un poco mas exactos, 6:50 a.m. Las calles de Seoul respiraban un aire de tranquilidad, o mejor dicho, de soledad. Había poco movimiento de gente, muchos aprovechaban a quedarse dando vueltas en la cama un rato mas. Hoseok no tenía esa fortuna, a las 6 a.m. había sonado la alarma que indicaba que su día había comenzado. Se había dormido a las 4:30 a.m., luego de que Jackson lo dejara en su casa. A pesar de su estado de alcohol en sangre, esa hora y media sumado a un café negro le bastó para sentirse enérgico otra vez. No había bebido tanto como Nam o Jin, pero fue suficiente para que se mandara cagadas. Todo el rato que estuvo manejando hasta la academia solo pensó en los mensajes que había mandado a Jimin. Los había visto al despertar y entrar a Whatsapp para responderle algo a sus amigos. ¿Como explicarle al niño lo que había pasado, si le negó estar borracho? Algo se le tenía que ocurrir, en caso de que el menor le preguntase algo. Dejó su auto a la vuelta de la academia y caminó hasta ahí, guardando su celular en la mochila. Se sentó en la puerta del lugar, no tenía ganas de entrar aun. Lucía una remera blanca bastante amplia, con un pantalón negro y zapatillas a juego con la remera. Ni borracho ni dormido perdería el estilo.

No habían pasado ni 5 minutos desde que se había sentado, que lo vio. Estaba vestido con un pantalón negro ajustado y un sweater grandote del mismo tono. Sus converse rojas hacían juego con su gorrita de lana y sus anteojos negros lo hacían lucir algo maduro, aunque detrás de ellos se escondía un joven con cara de ángel. Su cabello había perdido rastro alguno del color rosa que solía llevar, en su lugar se podía apreciar un tono rubio muy clarito. Hoseok quedó hipnotizado al verlo, era realmente hermoso. Y tenía que estar con él las próximas dos horas...que afortunado ¿verdad?

Jimin vio a Hoseok sentado en la puerta de la academia y sintió su corazón acelerarse. Un par de horas atrás recibía unos mensajes un tanto extraños del mayor, que pese a que este lo negara, se notaba que se había pasado de copas. Pero...¿Por que le había hablado? Era algo que el joven no lograba terminar de entender. Lo único que tenía claro es la cantidad de fantasías absurdas que se le habían cruzado por la cabeza y como su cuerpo le jugó una mala (¿O buena?) pasada. Se sentía avergonzado, se había tocado pensando en Hoseok, en todo lo que le provocaba. Sus sueños mas profundos, sus fantasías mas oscuras, sus deseos sin cumplir; quería con todo su cuerpo y alma que el mayor hiciera realidad todas y cada una de ellas. Pero no era un buen momento para recordarlo.

-Hey Jimin!-gritó el mayor, haciendo señas para que lo vea.

Como si fuera tan fácil ignorarlo.

Jimin se acercó a él dando saltitos. Se agachó y le dio un beso en la mejilla, tomando de sorpresa al mayor.

-H...hola hyung...-respondió nervioso el menor al tomar consciencia de lo que había hecho.

-Me alegra que hayas llegado puntual...ayúdame a levantarme por favor...-pronunció Hobi, extendiendo su mano. El menor lo agarró y dio un tirón para darle impulso. El mayor logró levantarse pero fue tan fuerte el envión que chocó contra el cuerpo del pequeño. Por unos instantes quedaron muy cerca uno del otro, sus respiraciones se entremezclaban, podían oír los latidos del otro. Pero Hoseok decidió romper con esa magia y abrió la puerta del lugar, haciendo un gesto para que el menor entrara. Jimin ingresó a la sala y dejó sus cosas tiradas a un costado, donde no molestaran. El mayor lo imitó, dejando sus cosas al lado. Jimin comenzó sus ejercicios de precalentamiento, en silencio. El mayor lo observaba y cada tanto daba alguna indicación técnica. Pasaron al ensayo general y la secuencia siguió de la misma forma, el menor practicaba mientras el mayor lo guiaba. No cruzaron palabra alguna por un largo rato, para ser exactos, 45 minutos. Se notaba la tensión, los nervios de ambos. Había tanto que decir, tanto que preguntar, tanto que explicar. Estaban solos, nadie los estaba mirando, ¿a que le tenían miedo? ¿a dejarse llevar? Jimin solo pensaba en lo mucho que deseaba estar cerca, que las manos del mayor recorran su cuerpo, su piel rozando la suya, necesitaba sentirlo. Necesitaba saber si él había entendido bien los mensajes, si eso había sido una especie de confesión. Pero no era lo suficientemente valiente como para descubrirlo por si mismo. Por su parte, Hoseok se mostraba tranquilo, pero en su interior no aguantaba mas. Sabía que el menor no era tonto, sabía que en algún momento le preguntaría algo. Pero también era consciente de la timidez que tenía el niño y que quizás no se animaría a decir algo. Decidió romper ese abrumador silencio de una buena vez. Y que pase lo que tenga que pasar.

Just Dance [HOPEMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora