CAP 29

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Luego de recorrer todo el lugar sin éxito, Jimin había perdido la esperanza de encontrar al mayor. Suponía que se había ido a su casa, o a donde sea pero lejos. La pregunta era ¿Por que quería huir? ¿De quien quería huir? En su cabeza no encontraba explicación lógica, no entendía que podría haber pasado para que el mayor reaccione de esa forma. Sentía que se había salteado un capitulo de la historia, había algo que estaba ignorando y no tenía claro que era. Sea lo que sea, era lo suficientemente importante como para derrumbar a Hoseok de esa forma. Siguió recorriendo los pasillos del lugar hasta que vio una puerta entreabierta. La curiosidad y el instinto fueron sus aliados en ese momento, se acercó con cuidado y asomó su cabeza por la abertura. Era un camarín, el cual se encontraba iluminado solo por las luces del tocador. Entró con cuidado y vio en el reflejo del espejo a Hoseok, que estaba a un costado, sentado en el piso contra una pared. En algún momento se había cambiado la camisa y el saco por un sweater negro y el pantalón de vestir por un jean del mismo color.
Jimin recordó que Yugyeom le había contado que la presentación final la hacían los docentes, dándole sentido al cambio de ropa. Claramente no había bailado con sus colegas si se encontraba ahí. El menor se acercó hasta él y se sentó a su lado. Acarició su rodilla y el mayor lo miró fijo, en sus ojos se podía ver el dolor que traía en su alma, su mirada jamás había sido tan transparente. Ambos estuvieron en silencio unos minutos, Jimin no sabía realmente que decir, porque desconocía lo que estaba ocurriendo. Lo rodeó con sus brazos y el mayor se acurrucó en su pecho. Era increíble como en menos de dos horas se habían invertido los papeles y era él quien consolaba al mayor.

-Hyung tranquilo, no te voy a soltar. Si queres hablar, acá estoy.-pronunció el menor.


-Gracias Jimin-respondió con la voz quebrada.

-¿Pasó algo malo?-preguntó. La curiosidad era más fuerte que él.

-¿Estas seguro que queres oírlo?
Jimin quedó pensativo un momento, sintió un nudo en su garganta y una puntada en su estomago. Tenía la extraña sensación de que lo que al mayor lo angustiaba, tenía una conexión con él. Y no estaba errado.
-Si, quiero.
Hobi suspiró un instante. Había llegado el momento de hablar, de enfrentar sus demonios con el menor. Llegó la hora de darle la explicación que se merecía luego de haberlo lastimado tanto.

-No se realmente por donde empezar. Supongo que iré en orden cronológico. Hago danza desde muy pequeño, mis padres me apoyaban pero no me acompañaban demasiado en las competencias, la que siempre iba conmigo era mi hermana mayor, Jiwoo. Cuando cumplí 18 ella dejó de acompañarme todo el tiempo por cuestiones de trabajo, entonces no me quedaba otra que ir solo.-relató Hoseok, deteniendo en seco la historia un momento.
El menor lo miró confundido, no entendía muy bien por qué le contaba eso, mucho menos por qué se había detenido.
-Hyung, ¿Que ocurre?
-Voy a decirte la verdad Jimin, solo quiero que me escuches hasta el final. Por favor te lo pido.-rogó el mayor.
-Lo prometo.

-Gracias-suspiró un momento y continuó-En una de esas oportunidades conocí a un bailarín muy exitoso, era un personaje amado por el ojo público, lleno de carisma y talento. Me deslumbró por completo, me hipnotizó con su belleza. Pese a que me llevaba diez años, ese mismo día habíamos intercambiado números y en menos de una semana me encontraba perdiendo mi virginidad en el departamento de este sujeto. Es que en un inicio fue así la relación, impulsiva, pasional. Para mi era descubrir un nuevo mundo, jamas había tenido pareja estable, no tenía experiencia de ningún tipo y este hombre me estaba enseñando a vivir. Pero pasaron los meses y esa intensidad se convirtió en amor, en sentimientos puros y hermosos. Y fue así como seis meses después me pidió que fuera su novio. A escondidas, porque no quería que la prensa arruine todo según él. Los primeros tres años fueron increíbles, él me acompañaba a todas las competencias y certámenes que hubiese, era mi consejero, casi un representante. Cuando mi pareja cumplió 30 decidió retirarse y abrir un instituto donde los jóvenes puedan aprender diferentes ritmos. Había contratado a los mejores bailarines de cada rubro para que den clases y fomenten el amor por la danza en cada uno de sus alumnos. Esa academia que vos muy bien conoces.

Hoseok hizo una pausa y miró al menor. Jimin lloraba en silencio, no podía creerlo. Recordó aquella charla que había escuchado entre Taemin y Hobi, lo sospechosa que le había resultado. Sentía bronca, tristeza, confusión. Pero quería saber todo, la curiosidad había aumentado.

-Saliste con Taemin. Como no me lo vi venir. Dios, era tan obvio. ¿Por que nunca me dijiste?-se detuvo un momento- perdón, prometí escucharte. Por favor continua.

-Gracias Jimin. Como te decía, yo tenia una imagen idealizada de Taemin, lo veía tan bueno. Pero esa imagen perfecta fue cayendo poco a poco. Nuestra relación comenzó a desgastarse, peleábamos cada vez con mas frecuencia. El estrés que traía Taemin con la academia hizo de él un manojo de nervios, se irritaba con facilidad y la persona que tenía que sobrellevar esos cambios de humor era yo. Me maltraba, me hacía sentir que no servía, que debía esforzarse mucho mas. Teníamos peleas violentas, donde yo terminaba muy asustado, él siempre me prometía que no volvería a ocurrir. Pero jamás cumplía. Me usaba a su antojo, estaba ahí para satisfacerlo, ser su objeto de placer, su juguete. Yo sentía que no podía quejarme sentía que era lo mínimo que podía hacer para recompensarlo por todo lo que hacía por mi y mi carrera. Tenía que ser fuerte, mi carrera estaba en ascenso, no podía dejar que eso me afecte.Pero cada vez era más difícil sostener esa mentira, las peleas me consumían, sumado a que descubrí varias infidelidades de su parte, estaba totalmente roto. Pero cuando lo vi besando a otro hombre en la puerta de mi casa me derrumbé por completo. Y fue ese el momento donde colapsé, en aquella famosa competencia donde finalizó mi carrera. Busqué consuelo en Taemin, porque pese al dolor que me había ocasionado yo lo amaba con locura, pero el no me apoyó, por el contrario, me recriminó mis fallas, me culpó de no haber ensayado lo suficiente. Discutimos por horas hasta que decidí irme de su casa, el lugar donde vivía hace cinco años. La pasé muy mal realmente, sufrí muchísimo. Me volví frío, insensible, no quise volver a querer a nadie. Me convertí en esto por lo que viví.

Hoseok tomó aire, su voz se había quebrado en la última oración. Había hablado demasiado y necesitaba parar un momento. Jimin había dejado de llorar, su rostro era inexpresivo. Estaba atando cabos sueltos, entendía la historia pero...¿Que pasó en esa última hora para que Hoseok se desmorone de esa forma y termine contándole su historia?

-¿El nuevo novio de Taemin...?

-Si Jimin, Minho es aquel hombre con el que vi a Taemin engañarme un año atrás. Lo trajo para demostrarme la mierda que soy, que nunca fui suficiente para él ni para nadie. Hizo público su noviazgo ante el mundo, burlándose de mi. Es un ser tóxico, que solo busca arruinar la vida ajena. No me quiere pero tampoco quiere que salga con alguien mas. Me considera de su propiedad, su objeto de descarte.

-Hyung, está bien, no es necesario que sigas hablando, por favor.

-Si, si es necesario. Yo acepté trabajar con él porque me sentía muerto en vida, todo me daba igual. Necesitaba volver a conectar con la danza porque iba a enloquecer. Jamas creí que conocería a alguien que me hiciera sentir vivo de nuevo, no quería salir lastimado de nuevo. Yo solo quería divertirme, tener sexo. No quería sentir nada, no quería exponerme así. Pero fue inevitable, terminé encariñandome y cuando Taemin se dio cuenta, me presionó a alejarme. Me obligó a sacarte de mi vida.

-¿Por que nunca me lo dijiste?-preguntó el menor llorando.

-Porque soy un maldito cobarde que prefirió alejarse por miedo. No supe manejar la situación, no quería que salgas herido por Taemin. Pero no había tomado dimensión de tus sentimientos y lo arruiné por completo. Intenté protegerte y solo te rompí peor. No mereces esta mierda, realmente sos demasiado bueno para mi. Tenes derecho a odiarme Jimin, porque en este momento yo me odio.

-Yo...no te odio. Realmente estoy roto en este momento pero agradezco tu sinceridad. Viviste una vida horrible por culpa del Señor Taemin y no puedo juzgarte por como manejaste las cosas. Me va a llevar tiempo sanar esto, yo no estoy bien en muchos aspectos de mi vida y necesito estar bien. Me hubiera encantado que todo fuese diferente y evitar que ambos la pasemos mal. Pero las cosas pasan por algo Hobi.

-¿A que te referís?- preguntó el mayor confundido.

-Por algo estamos acá juntos después de todo. Sea el destino, la casualidad o mis sentimientos difíciles de manejar, estoy acá y no te quiero perder. Me haces bien Hobi, me haces sentir que vale la pena estar vivo. Y nunca antes me había sentido así. 

Jimin miró al mayor y lo besó con dulzura. El mayor le correspondió y sus labios se fundieron en un beso lleno de dolor, miedo y angustia. Pero al menos se tenían el uno al otro y nada mas importaba.

Just Dance [HOPEMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora