EPILOGO

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Era sábado temprano por la mañana en las afueras de la ciudad de Seoul. El clima otoñal era agradable, ideal para un sweater y una chocolatada caliente. El paisaje era encantador, personas con pañuelos en su cuello y botas a sus pies, acompañado de hojas color caramelo que cubrían la vereda. Hoseok observaba esta pintoresca imagen desde la ventana de su nuevo hogar, mientras que con una tijera abría una nueva caja, la cual contenía libros de ambos. Se habían mudado hacía menos de una semana, la casa era un caos de cajas y bolsos, pero poco a poco cada cosa iba encontrando su lugar. Acomodaba cada libro en una repisa, en orden alfabético, para mas facilidad. Estaba algo cansado, tenían tantas cosas para acomodar aún, ni hablar de lo que faltaba por comprar. Pero se sentía feliz, habían logrado financiar una casa en las afueras de la ciudad. No era muy grande, pero era luminosa y mucho mas cómoda que el antiguo departamento del mayor. Pero lo mas importante, era uno de sus primeros grandes proyectos juntos. Habían logrado ahorrar una gran cantidad de dinero que les permitió pagar una primer parte del lugar, gracias al trabajo del menor como modelo, el cual iba cada vez mejor. Descubrió que le divertía estar delante de la cámara, dejando de lado su timidez. Y Hoseok amaba con todas sus fuerzas verlo feliz. Mientras acomodaba unos viejos libros de danza en la repisa mas alta, pensaba todo lo que había ocurrido hace un año atrás. Con un pequeño nudo en el pecho, recordaba todo el dolor que habían soportado, todos los obstáculos que tuvieron. Pero ese nudo se desvanecía con solo mirar a su alrededor y ver donde se encontraban ahora. Estaban juntos, en una nueva casa, con sus mascotas y una bolsita llena de sueños por cumplir. Tenían planeado un viaje al exterior para un futuro, comenzar su propia escuela de danza y lograr que Jimin se reciba sin amenazar con dejar en el medio. Pequeños sueños que deseaban cumplir. El mayor terminó de acomodar los libros y buscó una nueva caja para abrir. Agarró una al azar y con la tijera la abrió cuidadosamente. En su interior había platos y tazas, así que con precaución tomó la pesada caja entre sus brazos y se dirigió a la cocina. Allí se encontraba Jimin, quien estaba terminando de acomodar la comida en la heladera. Al notar que Hoseok tenía la caja tan pensada entre sus brazos, lo ayudó y con cuidado la colocaron sobre la mesada. En silencio, el mayor comenzó a sacar lo que había dentro, mientras el mas pequeño lo iba lavando a medida que se lo alcanzaba. Al terminar con esa caja, Hobi fue en busca de todas las demás cajas que contenían cosas para la cocina y las trajo, así podían terminar esa habitación de una buena vez. Se pasaron toda la tarde lavando y ordenando, hasta que al fin habían terminado de acomodar todo lo que correspondía a la cocina. Hoseok volvió al living y se sentó en el sofá, agotado por tanto trabajo. Había atardecido, los últimos rayos de sol entraban a través de la ventana. Jimin se quedó un rato mas en la cocina, preparando un café para su novio y un te para él. Tomó las tazas, junto a unas galletitas de coco y se dirigió al living. Apoyó la merienda sobre una mesita y se sentó sobre el mayor, acurrucándose en su pecho. El moreno le dedicó una tierna sonrisa y plantó un pequeño beso en su frente.

-¿Que ocurre bebé?- preguntó el mayor, acomodándose mejor y tomándolo de la cintura.

-Nada...simplemente te veía cansado y te hice la merienda.-respondió con dulzura.

-Oh...creí que me harías mimos y eso.-comentó fingiendo decepción.

-Bueno, también.-respondió el pequeño entre risas mientras lo llenaba de besos en el cuello.

Estuvieron un rato en silencio, abrazados sin pensar demasiado en las cosas que había que hacer, en todo lo que había que limpiar. Disfrutaban esos momentos juntos, donde una caricia era suficiente para sentirse en paz. Jimin se sentía completo junto a su pareja, su vida había encontrado un equilibrio entre tanto caos del pasado. La universidad iba increíble, amaba su trabajo y las clases de danza lo hacían feliz. Tenía a sus amigos de siempre que lo apoyaban, a los amigos de Hobi que los habían adoptado a él y los chicos, incluido Yoongi, formando un gran grupo con el cual pasar grandes momentos de diversión. Cada tanto se juntaba junto a Jeno, Jisung y Moonbin, sus amigos de la academia de Taemin, y disfrutaban de bailar juntos como en los viejos tiempos. Realmente todo era mejor de lo que alguna vez había soñado. Estaba viviendo la vida que jamas creyó poder tener.

-Hobi...-pronunció Jimin en voz baja.

-¿Si bebé?

-¿Extrañas bailar?-preguntó acariciando su pecho.

-Si...bastante. ¿Por que lo preguntas?

El menor le dedicó una sonrisa. Se puso de pie, se acomodó la ropa y le extendió su mano. El mayor lo miraba atónito, sin entender muy bien que ocurría.

-¿Bailarías conmigo?-preguntó con una sonrisa en su rostro.

-Todos los días de mi vida.


 -------------FIN--------------

Just Dance [HOPEMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora