Al otro día
Al despertarse, Jimin notó que Hoseok se había ido. Miró a su alrededor y encontró sobre la mesita de luz una pequeña nota:
"Fui a dejar el curriculum, de ahí me voy a almorzar con mi hermana y a la tarde me junto con Namjoon. Te dejé un juego de llaves en la mesa del comedor. Acordate de comprarle comida a Pepinito. Te amo"
Sonrió al leer la nota y se dispuso a levantarse. Tomó su celular y le habló a Jungkook, quien estaba muy preocupado. Le explicó brevemente lo ocurrido y le pidió si lo acompañaba a juntar sus pertenencias. Acordaron un horario de encuentro, en media hora se verían en la vieja casa de Jimin. El rubio tomó su ropa con prisa y se puso a buscar una toalla. Miró al lado suyo, por suerte el mayor le había dejado una toalla sobre la cama, la tomó y fue a darse una ducha. Al terminar, se vistió con rapidez, tomó su mochila y se dirigió a su destino.
Al llegar, Jungkook se encontraba con su auto estacionado en la vereda de enfrente. Vio a su amigo llegar y salió del vehiculo. Se acercó a él y le dio un fuerte abrazo, agradecía verlo vivo.
-Ouch, no me apretes mucho...duele...-pronunció el rubio, en tono quejoso.
-Oh...perdón. ¿Entramos?
Jimin suspiró un momento, observando la gran casa.
-Si, vamos.
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Luego de cuatro horas de intenso trabajo vaciando el cuarto, los jóvenes al fin habían terminado de empacar. Dejaron todo en orden para no tener ningún reclamo, tomaron las valijas y se fueron del lugar que hasta hace poco había sido el hogar del rubio, la casa que lo vio crecer. Caminaron en silencio hasta el auto del morocho y al llegar guardaron todo dentro. Jimin no podía creer como en menos de 24 hs su vida había dado un giro de 360 grados. Pasó de vivir con sus padres en una gran casa en un barrio tranquilo en las afueras de Seoul, para ahora vivir en un departamento junto a su novio en la zona mas ruidosa de la ciudad. Era irreal, jamás se imaginó que esto podía pasar. Le dolía el pecho de tan solo recordar la mirada fría y llena de desprecio de su padre, como lo humilló frente a su madre sin que ella hiciera nada por defenderlo. Su vida se había vuelto un caos y se sentía destruido, sin ganas de seguir. Jungkook cerró el baúl y vio a su amigo con lágrimas en los ojos. Lo abrazó con fuerza, ya no sabía que decir o hacer. Solo quería ver a su amigo bien.
-Todo va a mejorar Jimi, lo prometo.
-Supongo.-respondió con la mirada puesta en el suelo.
-Se que todo está muy mal y que quizás no sirva de nada decirte esto, pero no estas solo, nos tenes a nosotros, a Hobi. No te vamos a dejar caer.-pronunció el castaño, apoyando su mano en el hombro de su amigo.
Jimin levantó su mirada y le dedicó una sonrisa de lado, sabía que su mejor amigo intentaba hacer todo lo que estuviera al alcance con tal de ayudar. Y lo necesitaba mas que nunca, al igual que a Taehyung y Yugyeom. Eran sus mejores amigos, sus hermanos, sus compañeros de vida. En las buenas y mas aún, en las malas, siempre estarían juntos. Y eso reconfortaba un poco su pequeña alma de luto.
-Es hora de volver a lo de Hobi, voy a llevarme solo un bolso. ¿Seguro no te jode guardarme las cosas? Prometo hacer lugar lo antes posible.-pronunció el mas bajo.
-Tranquilo, hay lugar de sobra. Por suerte pudimos vaciar tu cuarto por completo. Ya no tendrás que volver.
Jimin suspiró al oír esas palabras, era difícil procesar la idea de que no volvería. Era doloroso aceptar un cambio tan drástico que jamas pidió.
-Si, lo se...Ya tengo que irme, gracias por haberme ayudado hoy.-respondió con una tierna sonrisa, aunque sus ojos expresaban tristeza.
-De nada amigo. ¿Seguro que no queres que te lleve?-preguntó.
-No, está bien...quiero estar un rato solo.
-Está bien Jimi, tranquilo.
Ambos se dieron un último abrazo antes de irse. Jungkook subió al auto y sacó la cabeza por la ventanilla, para ver a su amigo una vez mas. Lo saludó por última vez y puso en marcha el vehículo. Jimin esperó a perder de vista a Kook para emprender su camino de vuelta a lo de su novio. Al cabo de unos pocos minutos se dio media vuelta para ir a tomar el colectivo. Sus ojos se llenaron de lágrimas, se sentía tan destruido, su cuerpo y alma habían perdido la tercera guerra mundial. Caminaba con la mirada baja, evitando que las personas en la calle lo vean llorar. Con el gran bolso a cuestas, se dirigió a la parada de colectivo lo mas rápido que pudo. Al llegar, se puso a desenredar sus auriculares mientras esperaba. No pasaron ni diez minutos que el colectivo llegó. Subió, pagó el boleto y se dirigió hasta el fondo, donde consiguió un asiento junto a la ventana. Se colocó los auriculares y se apoyó contra la ventana. La música que sonaba en sus oídos se entremezclaba con la vista fría y gris que ofrecían las calles de Seoul. El otoño se acercaba poco a poco, la fresca brisa de verano era reemplazada por vientos mas fríos. Las hojas caían de los arboles con sutileza, las personas lucían sweaters livianos y el paisaje tomaba un tono caramelo. Se respiraba nostalgia en el aire y en el alma de Jimin. La música lo acompañaba en su viaje de vuelta a casa de Hobi, junto a pequeñas lágrimas que recorrían su rostro. La canción la interpretaba una chica, pero jamás se había sentido tan identificado.
So mama, I hope you understand
'Cause I watched you hiding tears when daddy ran
I'm not a smoker or a drinker
Just a crazy overthinker
And I need a little medicine
I hope your broken heart, it understandsI swear, I'm sorry if I'm letting you down, oh-oh
But did you ever feel how I'm feeling now? Oh-oh
And can you tell me how you found a way out?
Can you be my heroine?
'Cause God, I tried everything else
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Just Dance [HOPEMIN]
FanfictionJung Hoseok es un ex bailarín retirado que da clases en una de las academias mas prestigiosas de Seoul. Park Jimin es uno de sus alumnos mas talentosos y con una mirada demasiado dulce...hasta que su profesor decida terminar con toda su inocencia.