CAP 41

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Ambos quedaron abrazados un largo rato, en silencio, disfrutando de la compania del otro. Jimin se acomodó mejor, dejando su rostro a la altura del cuello de su hyung. Comenzó a darle pequeños besos de forma tímida, sacandole una sonrisa de lado al mayor. Los besos se volvieron mas húmedos, logrando que Hoseok cierre los ojos y se deje llevar por la sensación tan placentera. Al notar como disfrutaba de la situación, el menor subió la intensidad del asunto. Empezó a dar pequeñas mordidas sobre la piel del mayor, dejando un suave rastro rojizo y erizandole la piel. El moreno sabía lo que el pequeño quería, pero no estaba muy seguro de que tan buena idea era. Estaba bastante lastimado, no era momento de tener sexo. Debía descansar.

-Jimin...-pronunció mientras lo alejaba de su cuello.

-¿No te gusta Hyung?-preguntó, un tanto confundido por la reacción.

-Si, me gusta y mucho...pero se a donde queres llegar.

-¿A donde?-preguntó con una falsa inocencia en su voz.

-Jimin...deberías descansar. Estas...débil. Y no quiero hacerte daño.-respondió el mayor.

-Solo fueron unos golpes...no me rompió el culo a patadas así que...-susurró.

-Debes estar jodiéndome, ¿No?-el tono de Hoseok había cambiado notoriamente.

Jimin puso sus ojos en blanco. Se acurrucó en una punta de la cama, dándole la espalda al mayor. Hobi simplemente suspiró, realmente no terminaba de entender. Había llegado asustado, con su gato en la mochila. Lo habían golpeado, tenía moretones en el cuerpo. Estaba algo débil, le había costado comer. Solo quería cuidarlo, protegerlo, mimarlo. ¿Por que se ponía de esa forma? ¿Como es que pese al día espantoso que tuvo, quería tener sexo? ¿Por qué era tan...?

-Jimin, decime que queres.

-Da igual.-respondió enojado.

-No seas un pendejo caprichoso y decime que queres.

-Sexo.

-Jimin no es...

-Mira, me siento muerto en vida. No siento absolutamente nada, estoy cada vez mas roto. Ya estoy cansado de llorar, de pensar tanto. Quiero olvidarme de todo por un rato, necesito sentirme vivo aunque sea por un orgasmo. Pero entiendo que te de asco tocarme así, todo roto y feo. Esta vez ni la lastima es suficiente para vos.

El tono de voz de Jimin le causó escalofríos. Era seco, distante, hasta un tanto cruel. Jamas lo había oído así, tan real, tan sincero. Pero sin dudas lo que mas le dolió fue lo último que dijo. Le entristecía saber que pese a todo lo que vivieron, el menor tuviera esa visión acerca de él. Que creyera que estaban juntos por lastima, que no viera todo lo que hacía por su bienestar, era triste. Sabía que no llegaría a nada peleando con él, así que decidió levantarse de la cama e irse al living. Antes de salir de la habitación, miró al menor, que seguía de espaldas a él.

-No me das asco...pero lo que yo diga te importa un cuerno. 

Al terminar de decir esas palabras, apagó las luces y se retiró del lugar. Jimin escuchó el golpe seco de la puerta al cerrarse y suspiró, mientras pequeñas lágrimas recorrían su rostro. Había sido cruel con la persona que mas amaba en el mundo, pero en ese momento fue lo que sintió. A veces decimos cosas sin analizarlo tanto, simplemente son pensamientos oscuros que nos nublan la vista y creemos que si los decimos en voz alta, dejaran de torturarnos. Pero en esos momentos no tenemos en cuenta al otro, a quien lastimamos con nuestro dolor. Proyectamos en el otro la mierda que sentimos por nosotros mismos, trasladamos nuestra propia percepción al ojo ajeno sin permiso. No logramos ver que la otra persona también siente. Y ese fue el error de Jimin. Si, se sentía roto, vacío, sin ánimos de seguir. Le daba asco verse al espejo, se odiaba muchísimo. Pero...¿Por qué pensar que Hoseok también lo veía de ese modo? Se dio cuenta que no solo proyecto su falta de amor propio en su pareja, sino que ademas, se cagó en todo lo que Hobi hacía por él. No podía dejar las cosas así, no debía dejarlo ir a dormir solo con ese dolor, con esa frustración de no ser suficiente. 

Se levantó con cuidado y se dirigió al living, procurando hacer el menor ruido posible. Al llegar vio a Hobi sentado en un sillón, acariciando a su gato, que se encontraba durmiendo junto a él. Se acercó al mayor y se sentó a su lado. Iba a sentarse en su regazo, como solía hacerlo, pero tuvo miedo al rechazo. Hoseok ni siquiera lo miró, siguió concentrado en Pepinito y su ronroneo. Al notar su indiferencia, el menor no pudo evitar que se le escaparan algunas lagrimas. Había arruinado todo y merecía esto. Pero no podía quedarse callado.

-Hyung, perdón por lo de hace un rato. No quiero que pienses que soy un imbécil, realmente lo siento. Tengo un infierno en mi cabeza y digo cosas sin pensar, realmente me odio y mucho. Solo quería olvidarme de todo un rato y terminé olvidándome de lo mucho que te amo. Realmente amo estar con vos, amo que me cuides, que me des tanto amor. No te merezco en lo mas mínimo, soy una mierda. Perdóname por favor.- pronunció con la voz rota.

Hoseok lo miró y le sonrió de lado. Acarició su pierna, transmitiéndole algo de tranquilidad al rubio. 

-No pasa nada, está todo bien. Perdón por sobreprotegerte tanto. A veces te trato mas como un nene chiquito y no como el adulto que sos. En mi afán por no romperte, te trato como si fueras de vidrio, cuando sos una persona de carne y hueso, que siente y mucho. Voy a mejorar en eso, lo prometo. 

El rubio asintió y le dedicó una tierna sonrisa. Las palabras del mayor le habían dado la tranquilidad que necesitaba en ese momento. Se sentó a horcajadas de su hyung y acarició su cabello castaño. Hoseok lo miró un instante y decidió darle un poco de lo que tanto anhelaba. Lo tomó por la cintura y lo apretó contra él, logrando que un suave jadeo se escape de los gruesos labios de fresa del pequeño. Acercaron sus rostros y se besaron con intensidad, sus lenguas jugaban entre si, deseosas de mas. Sus manos fueron bajando a su trasero, apretándolo con fuerza. Jimin jadeó al sentir las manos de Hobi en esa zona y le mordió el labio. El mayor se separó un instante y le sonrió con algo de malicia y lujuria.

-A la cama Jimin.

-Pero no tengo sueño.-protestó.

-¿Quien dijo que vamos a dormir?

Pese al miedo que le daba lastimarlo debido al estado físico del menor, Hoseok decidió ceder al capricho de su...¿Novio?. Anhelaba tener sexo duro con Jimin y cumplir todas sus fantasías mas oscuras, pero sabía que hoy no sería el día. Iba a ser cuidadoso, pero debía lograr que el menor grite una vez mas su nombre. Era lo que Jimin necesitaba, sentirse vivo, real. Y lo que Hoseok deseaba mas que nunca era traerlo de vuelta a la vida, aunque sea por unas horas.

Just Dance [HOPEMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora