El mayor asintió y se acercó para darle un beso en los labios. Fue diferente a los anteriores, este estaba cargando no solo de deseo y lujuria, sino que ademas era el sello de confianza que ambos necesitaban para seguir. Tomó la botellita con lubricante y se mojó los dedos con él, necesitaba prepararlo lo suficientemente bien para que el dolor sea mínimo y así no lastimarlo. Con sus dedos empapados en el frío lubricante, comenzó a acariciar la entrada del menor con delicadeza, logrando que este largue pequeños gemidos de su boca. Estaba desesperado, necesitaba sentirlo dentro suyo lo antes posible. Y Hoseok notaba esa ansiedad, pero no se aceleraría, sabía muy bien lo que tenía que hacer.
-H-hyung...se siente frio...
-¿Y no te agrada la sensación?-preguntó el mayor mientras con cuidado comenzaba a introducir el primer dedo.
-S-si...ay...d-duele-respondió entre jadeos y quejas.
Hoseok lo besó con dulzura, sabía mejor que nadie que esa primera sensación era algo dolorosa e incomoda. Jimin apretaba sus ojos con fuerza, intentaba no pensar en el dolor que estaba sintiendo. El mayor comenzó a mover ese primer dedo con lentitud, entrando y saliendo con cuidado para que el rubio se acostumbre a la sensación. Cuando los quejidos se convirtieron en jadeos, el moreno supo que podía avanzar un poco mas. Introdujo el segundo dedo dentro de él y continuó moviendo ambos con lentitud. Las piernas del menor temblaban ante esa nueva sensación, el dolor disminuía en cada movimiento mientras que el placer le quemaba la piel mas y mas. Hobi decidió introducir un tercer dedo con cuidado, logrando que el pequeño expulse un gemido de sus labios.
-H-HYUNG~
La voz temblorosa y sumamente excitada de Jimin volvía loco a Hoseok, necesitaba hacerlo suyo cuanto antes. Aceleró el movimiento de su mano, dilatando la situación lo mejor posible. Al tocar el punto mas sensible del menor, notó como este se retorcía deseoso de sentir mas, sus gemidos eran cada vez mas fuertes, pequeñas lágrimas recorrían el rostro del pequeño, mezclando una sensación de dolor y placer única, realmente lo estaba disfrutando con locura. Los dedos del mayor se movían con rapidez y fuerza, golpeando la próstata del pequeño para excitarlo mas y mas. El menor movía tímidamente sus caderas intentando acompañar el ritmo, ya no sabía que mas debía hacer, solo tenía claro que quería a su Hyung dentro suyo. Y los deseos del pequeño siempre eran ordenes para Hobi.
-Bueno, ya estas listo.-le susurró el mayor al oído.
Sacó sus dedos y tomó el condón que había dejado cerca. Antes de ponérselo, decidió tocar un poco mas al rubio, tomando su miembro y masturbandolo con rapidez durante menos de un minuto. Tiempo suficiente para enloquecerlo.
-H-hyung...por favor...
-¿Por favor que? Pedimelo-ordenó el mayor.
-Por favor...te...necesito...dentro...mio...-jadeó.
Hoseok sonrió con malicia y lo besó en los labios con dulzura, ambos estaban perdidos por la lujuria y el placer de devorarse entre ellos, pero no dejaban de lado el cariño y amor que se tenían. Abrió la bolsita donde estaba el condón, lo sacó y se lo colocó en su miembro. Jimin lo miraba ansioso y a la vez muerto de miedo, si el primer dedo le había dolido bastante...no quería imaginar el prominente miembro erecto del mayor dentro de él.
-Respirá profundo y si necesitas parar, decimelo. Por favor bebe.-pronunció el moreno.
El menor asintió y cerró sus ojos, intentando poner la mente en blanco. Hoseok colocó la punta de su miembro en la entrada del pequeño y comenzó a rozarlo, logrando que quien tenía debajo de él jadeara mas y mas. Con mucho cuidado empezó a introducir su pene dentro de él, intentando controlar sus ganas de embestirlo con fuerza. El menor gimió un poco aunque sonó mas a un quejido a causa del dolor que sentía. Hobi lo besó para intentar distraerlo, mientras introducía mas su miembro dentro suyo. Jimin ahogaba sus gemidos en los labios de su hyung, intentaba contener las lágrimas pero era en vano, le dolía. Pero era esa clase de dolor placentero que no queres que pare, como la sensación de hacerse un tatuaje. Duele pero queres mas. Cuando por fin el mayor logró introducir su miembro por completo, ambos dejaron escapar un pequeño jadeo.
-Ya está bebe...se que duele un poco pero ya se va a ir esa sensación, lo prometo.-pronunció Hobi, para luego besar al menor una vez mas. No podía negarlo, era adicto a sus labios de fresa.
-Si...lo se...hyung...estoy listo.-respondió.
Hoseok asintió y comenzó a moverse con cuidado dentro de él. Moría de ganas de hacerlo con fuerza, hacía tanto tiempo que necesitaba esto y sentir la estrecha entrada del menor apretando su pene lo volvía loco. Pero se había prometido a si mismo ser dulce y cuidadoso, al menos esa primera vez. Las lágrimas brotaban de los ojos de Jimin, pero de sus gruesos labios salían gemidos cada vez mas fuertes. Estaba disfrutando aquel dolor tan placentero, jamás se había sentido tan vivo. Aquel dolor se convirtió en una molestia cada vez mas leve, le gustaba esa nueva sensación. El mayor decidió acelerar los movimientos, dejando escapar algunos gemidos de su boca. Volvieron a besarse, pero con mas violencia y desesperación que nunca. Las embestidas tomaron fuerza, ambos gemían con fuerza, estaban tocando el cielo con las manos. El moreno tomó el miembro del menor y lo masturbó una vez mas, sabía que el pequeño acabaría en cualquier momento. Lo embestía con la misma velocidad que lo masturbaba, logrando que Jimin gritara de tanto placer que estaba experimentando. Al cabo de unos minutos, el rubio logró acabar en manos de su hyung, jamás había sentido algo semejante. Hoseok siguió embistiéndolo con fuerza, gimiendo cada vez mas alto. Luego de unos minutos cargados de sudor y lujuria, el mayor logró acabar. Se quedó pegado al rubio unos momentos, sus respiraciones agitadas se entremezclaban, sus corazones latían a dos mil por hora. Se besaron con dulzura, agotados por lo que habían hecho. Hobi salió del interior del pequeño y se recostó a su lado para observarlo. Tenía las mejillas de un tono rojo carmesí, su cuello era un desastre de marcas rojizas y violáceas a causa de las mordidas que le realizó. Era un desastre de sudor y cansancio, pero esa imagen para el mayor era única. Lo tomó por la cintura y lo abrazó, llenándolo de pequeños besos en su rostro. Jimin rió por las cosquillas que le producían esos besos, por primera vez en mucho tiempo se sentía vivo, mejor aun, se sentía feliz. Si bien su trasero dolía bastante, no se arrepentía de nada. Estaba en el lugar correcto.
-¿Como te sentís bebe?-preguntó el mayor.
-Me siento bien...aunque me duele mucho.-comentó entre pequeñas risitas.
-Es normal que duela, no te preocupes.-respondió mientras le daba pequeños besos en los labios.
Jimin se acurrucó en su pecho, el mayor lo rodeó con su cuerpo y lo apretó contra él, fundiéndose en un abrazo. Los brazos de Hobi se habían convertido en su lugar seguro. Sabía lo que le estaba ocurriendo, su corazón explotaba con fuerza cada vez que lo veía, ya no podía disimularlo. Necesitaba decirlo.
-Hyung...-pronunció nervioso.
-¿Si mi bebe?-preguntó el mayor.
-Te amo.

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Just Dance [HOPEMIN]
FanfictionJung Hoseok es un ex bailarín retirado que da clases en una de las academias mas prestigiosas de Seoul. Park Jimin es uno de sus alumnos mas talentosos y con una mirada demasiado dulce...hasta que su profesor decida terminar con toda su inocencia.