CAPITULO 11 VERDADES A MEDIAS

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CAPITULO 11 UN VIAJE DE REGRESO

-Candy por favor

-¡No te me acerques Albert! –Decía la rubia alejándose del rubio quien venía siguiéndola desde que salieron del salón dejando a solas a la anciana y al abogado del difunto Freddy Leagan.

-Por favor por lo menos escúchame –Tomo del brazo a la rubia quien le miro con ojos llorosos pero no se soltó solo bajo la mirada cansada, harta y fastidiada de los giros que había estado dando su vida.

-Ahora...ahora no quiero

-Pero...

-Por favor Albert, quiero...quiero pensar –Dijo soltándose de su agarre –Necesito pensar que voy a hacer

-¿Qué vas a ha...? ¡Candy no estarás pensando en la promesa que le hiciste a Freddy, ¿verdad?!

-No...no se...yo...estoy cansada y un poco confundida....eso es todo –Dijo tratando de controlar su dolor pero le estaba costando trabajo

-Candice –Elroy había llegado a ellos, quienes se sobresaltaron a escucharla –Mañana por la mañana iremos con el abogado para que renuncies a la fortuna de los Leagan y le dejes todo a Neil Leagan quien es quien tiene el derecho a heredar...

-No lo hare

Albert la miro sorprendido, pero ella no miraba a nadie en particular solo miraba al suelo.

-Lo harás y punto

-No señora Elroy, y si me disculpan quiero ir a descansar

-¡Candice!

La rubia no hizo el menor caso a Elroy y se alejó de ella y de Albert quien solo miraba con tristeza a la pequeña que había adoptado hace años al ver su alma noble y dulce, en cierto modo había pensado en que sería la mejor compañía para Anthony como él no estaba todo el tiempo con él, como hubiera deseado pero era más por las exigencias de Elroy y también por la prohibición que esta le había impuesto aunque de lejos siempre observaba como el pasaba los días en los hermosos jardines que su hermana había plantado...no entendía ¿Cómo había llegado a esto? Era la historia de su vida, nunca entendía todo lo que pasaba a su alrededor.

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Damon miraba con cierta repulsión al joven que estaba tirado borracho en su cama, donde había dejado que durmiera, después de todo siempre le había causado lastima aquellos desdichados como él y además no pudo dejar que lo golpearan más aquellas personas cuando estaba inconsciente.

-Debería matarte por osar ocupar un lugar que era mío –Murmuro mirando su espada envainada en su lugar –Pero creo...creo que suficiente castigo ya estas recibiendo.

-Candy –Susurro el castaño inconsciente mientras dejaba derramar unas lágrimas por sus mejillas.

-Ella también te lastimo ¿No? –Dijo con burla –Lo siento hermano pero todas siempre lastiman, mejor la olvides para no sufrir más.

Miro por última vez al joven antes de salir de la alcoba, debía pensar a donde debía llevarlo, seguramente los Grandchester eran una familia importante y por supuesto lo irían a buscar en cuanto los localizara pero ¿Qué tal si no?

"Debería dejarlo morir, Candy pero...no lo hago por ti, ni por el" pensó mientras se dejaba envolver en la oscura y fría noche.

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Candy se movía con algo desesperación en su cama, tenía los ojos abiertos y solo pensaba en lo que había visto en la carta de Freddy Leagan, entonces...

GIROS DEL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora