CAPITULO 27 VERDAD A MEDIAS

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CAPITULO 27 ENTRE DISCUSIONES Y PELEAS, EL AMOR SINCERO RENACE I

¿FUGARNOS?

UNA BODA PRECIPITADA I

Cuando la vida te pone de vuelta a donde todo comenzó, es simplemente porque no has terminado de enfrentar tus propios demonios, demonios que llevas dentro de ti mismo, que te atormentan día y noche, rencores inolvidables, palabras llenas de odio y desesperación, palabras llenas de dolor, palabras de dolor que jamás se olvidarían como susurro de aire entrando siempre a cada giro del destino consecuencia de aquel mismo susurro, recordándote una y otra vez que no lo olvides porque siempre estarán, que no huyas porque siempre las veras, que no te alejes pues siempre te alcanzaran.

A.B.A

Armand miraba con sudor frio al hombre que le miraba con confusión, no podía hablar, sentía que sus fuerzas se iban, sentía como su caparazón desaparecía, eso no le gustaba, odiaba seguir teniendo aquella fragilidad y bondad que siempre lo caracterizo por eso se metió en tantos problemas, por eso fue tan fácil eliminarlo del camino, por esa razón siempre pudieron aprovecharse de la situación.

-Creo que...que me está confundiendo, William

El rubio parpadeo un momento, lo había estado observando, desde que se conocieron vio en él un gran parecido con su sobrino fallecido pero jamás, jamás pensó en la posibilidad...es que era muy improbable

-Anthony –Susurro un poco más seguro

-Señor Ardley mi nom...

-Escuche todo –Cerro la puerta tras de sí antes de acercarse al rubio –Anthony –Sus ojos se anegaron en lágrimas, cada vez que pronunciaba el nombre de este, más convencido estaba, era como si siempre lo hubiera esperado, un milagro, ya que se sentía culpable de haber dejado Lakewood aquella época no solo por Anthony si no por Candy también.

Quiso abrazarlo pero el rubio se alejó, haciendo un esfuerzo sobrehumano pues llevaba bastante tiempo en cama.

-Anthony...

-No me llame así –Dijo mirando por la cortina que tapaba la pequeña ventana que tenía la habitación no quería que Candy entrara y oyera algo. Puso el seguro en la puerta

-Pero...

Albert quedo congelado al momento que el rubio le miraba sin mascaras, en sus zafiros se podría ver un profundo dolor y odio, sed de rencor y venganza, que solo le afirmaron al momento que el comenzó a hablar.

-Anthony...está muerto –Dijo el rubio con dolor –Ese Anthony que conociste William ya no existe, jamás volverá

-Pero...

-Más le vale que se quede completamente callado porque si no me vere en la penosa necesidad de realizar el trabajo encargado por la persona que me contrato

-¡¿Qué?!

Armand sonrió con malicia

-Si estoy aquí es por un asunto personal, una persona que no puedo decirle quien es, me contrato para asesinarlo, ahora me dedico a eso ¿Usted...? No por supuesto que no lo sabe, soy Armand Miller para ustedes pero mejor conocido como Damon, el mejor y más buscado filibustero de Londres ¿Ha oído de mí?

-¿Qué...? ¿Qué...? –Albert no estaba entendiendo nada

-Confórmese con saber que si usted no me delata con lo que usted cree que sabe, yo no me veré en la penosa necesidad de matarlo como quieren ¿Está usted entendiendo?

Armand le miro con frialdad

Sabía que no estaba para nada jugando ¿Qué haría?

-Yo...

GIROS DEL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora