GIROS DEL DESTINO

CAPITULO 30 LA AUSENCIA DE CANDY II

CAPITULO 30 LOS SENTIMIENTOS DE ANTHONY II

ENTRE LA TORMENTA CAE LA CALMA II

ALGO MAS...RENACE DE LAS CENIZAS

Cuando el destino te pone frente a lo que llevas huyendo, no te queda más que enfrentarlo, pues tan caprichosa es la vida y destino compañera de esta misma, que por más que quieras huir una y otra vez encontrara la manera de siempre dar un giro inesperado para cambiar el rumbo del barco, colocarte nuevamente contra la marea mil veces de nada serviría, si tu destino esta ya marcado en el mapa siempre encontrara la manera de llevarte de lo que huyes...

¿Por qué huir? Al final siempre terminaras enfrentando los demonios que tanto temes.

Al final la verdad y sinceridad es el único camino a la felicidad.

A.B.A

Albert miraba con suspicacia a su sobrino Stear quien no tenía idea de nada de lo que estaba diciendo su tío, pues no tenía ni la más remota idea de donde podría estar su prima, hacia días que no la veía, se suponía que cuando se casara iría a Lakewood a su boda, pero tal parecía que ya no había boda.

-Tío ¿Me dirás que ocurre?

-Creí que te había contado sus planes

-Candy no siempre cuenta todo, tío Albert

Albert se tomó la cabeza frustrado –Pero...pudo decirte a donde planeaba ir con... -Respiro profundamente para calmarse –Miller

Escupió ácidamente el nombre, quería gritar a los cuatro vientos el verdadero nombre de ese joven, ese joven que era nada más y nada menos que el hijo de su hermana...

Si Rosemary viviera

Tal vez...

Pero era algo que nunca sabría.

-Nunca me dijo nada

Stear le miro con sinceridad, que no pudo contraatacarlo, era mejor esperar si George había averiguado algo.

Pero ¿Cuánto pasaría?

Seguramente ya habían...

Se sonrojo un poco. No debería pensar en eso.

Si no en salvarla

No importaba...pero debía encontrarlos y salvarlos a los dos.

¿Por qué tenía que hacerle caso a George? Ahora ni siquiera tenía noticias de él.

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Elisa caminaba lentamente por el puerto espiando a una pareja de rubios que seguramente en cualquier momento aparecería por ahí, estaba segura, no debía fallar, debía enfrentarlos juntos para así hacer que la rubia se diera cuenta de que la estaban engañando. Pero llevaba ya un rato ahí y nada.

¿Dónde estaban?

-¿Elisa?

La pelirroja se sobresaltó. -¿Qué...? Anthony –Susurro mirando al rubio, este solo le sonrió molesto

-¿Qué haces aquí?

-Eso mismo podría preguntarte yo a ti, ¿Qué haces aquí?

-Yo espero que pueda zarpar para ir de vuelta al océano ¿Y tú?

-Esperaba encontrar algo... -Dijo mirando distraídamente las tiendas

-¿En un puerto? Y no en cualquier puerto ¿En Veracruz? Lejos de tu familia ¿De Lakewood? ¿Enserio? Vaya