Quédate. - VIX

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—¡No me quiero dormir!

—Soph, es tarde...

—Pero no tengo sueño.

—Es bastante normal si dormiste casi todo el día, pero ya es de noche, no puedes quedarte despierta.

—¡Papá!

—Soph, ya basta. Ve a lavarte los dientes y a la cama, voy en un momento.

Sophia miró a su abuelo, buscando un poco de ayuda.

—Obedece, Cariño.

Hizo una cara de disgusto y negó. —No quiero.

Roger pellizcó el centro de su nariz en busca de algo de paciencia. —Sophia, no me hagas subir por mi cuenta.

—No subiré hasta que llames a mi papá.

Roger suspiró de frustración y la tomó de uno de los brazos hasta el teléfono que estaba sobre la mesa. -Llama a papá, llámalo si tanto quieres, veremos si te responde.

—Lo hará, ya lo verás. Me va a contestar y me va a decir que me quiere mucho. — Respondió al mismo tiempo que le sacaba la lengua.

Tomó el teléfono en sus diminutas manos y comenzó a llevar la rueda a todos los números. Recordaba de memoria el número.

Roger esperaba impaciente en su lugar, zapateando de manera desesperada contra el suelo.

El buzón sonó después del tercer timbre, haciendo que la tristeza en los ojos de Sophia se hiciera más grande. ¿Por qué no había respondido? ¿Ya no la quería?

Dejó el teléfono en su lugar y se escondió entre las piernas de Roger. Sintió sus pequeñas lágrimas correr y le acarició el cabello. —¿Que pasa?

La pequeña negó con la cabeza y siguió llorando. Lloró y lloró hasta cansarse, y su padre jamás la soltó.

—P-P-Papá Y-Ya no me quiere...

—Hija, no digas eso... Seguramente está trabajando.

—¡No es cierto! — Respondió Llorando. —T-Tu me trajiste aquí, p-por eso ya no me quiere... D-Debiste dejarme con él...

—Soph... - Se agachó a su altura y la abrazó contra su pecho. —Son cosas que entenderás cuando seas mayor... Te traje conmigo por que quiero y necesito protegerte de muchas cosas... No te traje aquí para que papá dejara de quererte...

—¿Entonces para qué?

Suspiró y trató de formular una respuesta ante la curiosidad de su hija. —Por que quiero que conozcas otros lugares, hija. Y si en esta ocasión papá no pudo venir, vendrá para la próxima.

—Esta bien...

Roger le sonrió y la bajó de su regazo. —Ve arriba, iré en un momento.

La pequeña asintió y fue directamente a su abuelo. Le dio un beso de buenas noches y subió lentamente las escaleras.

Roger suspiró, aliviado. —N-No sé qué más hacer, papá...

—Quizás deberías explicarle que es lo que está pasando.

—Me odiará si lo hago. Brian siempre ha sido como un superhéroe para ella...

—Entonces es tu turno de convertirte en ese superhéroe.

Una lágrima cayó por su mejilla. Su hija comenzaba a desesperarse, al igual que él. Ambos comenzaban a extrañarlo, pero sabía que no podía regresar.

Quédate (Somebody To Love 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora