Quédate (Somebody To Love 2)

Quédate. - LXXVIII

El cura hizo la pregunta que mi papá y yo más nos teníamos.

Mi papá se quedó pasmado ante Danniel, sin decir nada.

Mi papá apretó mi mano. —Ven, Vámonos.

Me despedí de Nick... Fue algo bastante difícil, pero finalmente supimos decirnos adiós sin llorar.

Salí de la iglesia junto con mi papá y nos montamos en su auto. Él recargó su cabeza en el volante y soltó un suspiro lleno de tristeza.

Me miró con lagunas en los ojos. —¿E-Estas segura?

—Si, papá.

Asintió y arrancó el auto. Salimos una calle por detrás por qué cerca hay un accidente, lo dijeron en la radio, así que no tuvimos muchos problemas en llegar.

Cuando llegamos, había alguien esperando a mi papá. Ese chico se llevó el auto después de que bajamos nuestras maletas.

Mi papá está muy triste, se le nota en los ojos. Es como si fuera un muñeco que se queda sin baterías para seguir funcionando... Es como si en cualquier momento fuera a apagarse.

Su mirada está perdida. Necesita a alguien que venga a ayudarlo a encontrase de nuevo. Lamentablemente la única persona que puede hacer eso, le dio el Si a otro chico en el altar.

Mi papá documentó las maletas lo más pronto que pudimos, las personas ya están abordando y la fila de migración es algo larga.

Miré a mi papá y le tomé una mano. —¿Crees que esto esté bien para ti?

Me miró y me sonrió levemente. —No te preocupes por mi, yo estaré bien. No es nuestra culpa nada de lo que está sucediendo, ¿Está bien?

Asentí. —Pero yo quiero que realmente estés bien, papi... Ambos nos necesitamos y tenemos que estar bien para podernos ayudar...

Me cargó en sus brazos y me besó una mejilla, para luego abrazarme. —No sé que haría sin ti, cariño.

—Te amo, papi.

Sonrió. —Y yo, mi vida.

***

Finalmente llegamos a la sala del abordaje del avión. Papá tomó mi mano y miró en la pantalla que nuestro vuelo es el siguiente en salir.

Si nos vamos, dejaremos muchas cosas aquí. Dejaremos a mi papá con su nueva vida, posiblemente si yo me voy adopté a alguien más... No creo que resienta mucho nuestra partida si ya tiene todo lo que quiere.

—¿Lista? — Me preguntó mi papá estando afuera de la puerta del avión.

Me giré por inercia, tratando de encontrar a alguien que posiblemente no esté ahí.