Quédate. - XXVII

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—¡Deja de Hablar y hazlo ya!

Brian sonrió ante la desesperación que mostraba su pequeño.

Comenzó por deshacerse de los botones de la camisa de Roger. Los quitó uno por uno suavemente mientras Roger gemía levemente por la desesperación.

Quitó su camisa por completo y comenzó a dejar besos por todo su cuello y pecho, pasando por sus pezones y finalmente llegar a su estómago para detenerse ahí por completo.

—Roger... Eres precioso, tengo mucha suerte...

Roger se sonrojó al instante, pero eso no le impidió sonreírle. Le acarició una mejilla, dándole el valor para seguir adelante.

Siguieron besándose un rato más, hasta que finalmente, la ropa entre ellos desapareció por completo.

—B-Bri... T-Te necesito...

El más alto sonrió y dirigió una de sus manos a la boca de Roger, apuntando solamente dos dedos. —Lubrica estos para mí, cariño.

Roger sonrió también y no dudó en meter los dedos de Brian en su boca, dejándolos completamente empapados de saliva, sacándolos y metiéndolos, dejando casi nada en la imaginación de Brian.

Sacó sus dedos del interior de la boca de Roger y lo sentó en su regazo. Buscó su entrada con los dedos e introdujo los dos dedos dentro de él.

—¡Brian!

Soltó un gemido agudo al sentir algo duro dentro de él.

Brian comenzó a mover sus dedos dentro él. Los movía en círculos, metía y sacaba, enviando a Roger al mismísimo cielo.

El rubio comenzó a moverse sólo contra la mano de Brian, mientras que éste se dedicaba a besar dulcemente su cuello y pecho.

—Te vez hermoso, Roggie...

—D-Deja de hablar... — Gimió fuertemente cuando el rizado metió su mano hasta el fondo de él. —T-Te quiero... Q-Quiero sentirte...

Brian sonrió. —Al parecer alguien está muy desesperado...

—¡Brian! ¡Ahora!

Sacó sus dedos del interior de Roger y lo acomodó bien en su regazo para luego comenzar a entrar lentamente en él.

—B-Bri... T-Te e-extrañé tanto...

—Y yo a ti, amor...

Unos cuantos minutos después, Brian comenzó a moverse, haciendo que los gemidos de Roger inundaran cada vez más la habitación.

Brian tomó de las muñecas a Roger y lo hizo hacia atrás, dejándolo caer sobre la cama. Tomó sus pequeñas caderas y comenzó a embestir cada vez más y más rápido.

El sonido de sus respiraciones agitadas, sus pieles chocando y los agudos gemidos de Roger inundaban todo el espacio, las demás habitaciones y la planta baja de la casa. Realmente no sabía controlarse mucho.

Cuando Brian sintió ese calor en la parte baja de su estómago y los pequeños espasmos en su columna, tomó el miembro de Roger entre sus manos y comenzó a mover su mano a los ritmos de sus en embestidas.

—¡Bri! ¡Más rápido!

Sabía exactamente qué hacer.

Tomó a Roger nuevamente entre sus brazos volviéndolo a sentar en su regazo. Fue tal la fuerza que utilizó para hacerlo, que lo hizo llegar hasta la base de su gran longitud. Junto con el movimiento de su mano en el miembro del rubio fue algo más que suficiente para que se corriera en la mano de su esposo, al igual que Brian lo hizo dentro de Roger.

El más pequeño soltó unos últimos gemidos ante la sensación caliente dentro de él. Su orgasmo había arrasado con él completamente.

Miró a Brian con unas cuantas lagrimitas en los ojos y besó su frente. —T-Te quiero, Bri...

—Y yo a ti, mi amor...























Soy un asco escribiendo esto, no me lo tienen que decir :3

Igual, ¡espero que les haya gustado!
Recuerden, vayan a la iglesia :v

Quédate (Somebody To Love 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora