Quédate. - XXXXI

422 53 6
                                    


Luego de pasar una linda tarde juntos, Nick finalmente tuvo que irse, dejando a Sophia sola con Roger y Danniel.

—Soph, dime... ¿Donde conociste a Nick? — Le preguntó Danniel.

—Pues... Cuando entré a Sexto grado... Desde entonces somos amigos. — Le respondió con una sonrisa.

Danniel le devolvió la sonrisa y se movieron a la mesa del comedor para cenar.

Danniel y Roger charlaron unos cuantos minutos, Sophia los escuchaba y sonreía a cada cosa que decían, pero pensó que era el momento adecuado para aclarar una de sus más grandes dudas.

Esperó a que hicieran silencio unos minutos, y luego se armó de valor.

—Papá... ¿Puedo preguntarte algo?

El rubio la miró con atención. —Claro, amor, ¿Que pasa?

—¿Has sabido algo de mi papá?

El silencio hizo presencia entre los tres. ¿Por qué le interesaba saber de él después de tanto tiempo?

—¿Por qué la pregunta, Soph?

Alzó los hombros. —Simple curiosidad...

—Pues... No, amor... No sé dónde está, pero tú conoces la situación, y sabes que vendrá cuando se sienta listo para venir.

—¿Tantos años para estar listo?

—Soph, no es tan fácil. — Comenzó a explicarle Danniel. —Linda, cuando alguien tiene un problema se requieren algunos años o meses para asegurarse de que el daño no vuelva, asegurar que esa persona ya está bien para poder seguir con su vida. Contéstame algo, ¿Te hubiera gustado seguir viendo el patrón de violencia que vivieron tus padres en ese tiempo?

Negó rápidamente. —Claro que no...

—Entonces es importante que sepas que él vendrá cuando menos te lo esperes. Sólo debes ser paciente. Tu papá quiere lo mejor para ti, y sabes que no te alejó de Brian por qué él quisiera, fue sólo para protegerte... No queremos que sientas que tu papá no va a volver.

—Quizás lo haga, Danni... Y cuando lo haga, le preguntaré muchas cosas. — Le respondió con una sonrisa.

—Está bien, linda. Sigue pensando en él si quieres, no está mal que lo hagas.

Sophia se levantó de su asiento y se acercó a Danniel, le dió un gran abrazo y un beso en la mejilla. —Gracias, Danni...

El pelinegro le sonrió. —Sabes que siempre podrás contar conmigo para lo que quieras.

—Y eso es lo mejor del mundo.

Roger sonrió ante aquella linda escena, pero en verdad lo había consternado la pregunta de su hija.

Por la noche, después de darle las buenas noches a su ahora joven hija, prosiguió el camino hasta su habitación, para encontrarse con Danniel.

—¿No te volvió a preguntar, Roggie?

Suspiró. —No, ya no... No te molesta que lo haga, ¿Verdad?

—Para nada, amor... — Se levantó de la cama y abrazó al rubio por la cintura. —Es su padre a fin de cuentas, es normal que pregunte por él.

Lo abrazó por el cuello, acercándolo más a él. —Parece que un ángel te envió desde el cielo, Danni...

—Quizás ese mismo ángel los envió a ustedes.

Roger sonrió y finalmente encontró sus labios con los de Danniel en un beso apasionado y lleno de amor.

La noche era bastante joven y larga.

Quédate (Somebody To Love 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora