Quédate. - LXVI

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Por dios...

Danniel está arrodillado frente a mi, con un anillo de compromiso, ¿Que carajos haré ahora?

Sonreí emocionado, a cualquiera le emociona que le pidan matrimonio. Sé lo que dije, ¿Está bien? Sé lo que dije, pero no puedo hacerle ésto a Danni.

Lo tomé de las mejillas y planté un dulce beso en sus labios. —Si Quiero, Danni...

Miré de reojo a mi hija. Me está mirando con una mirada de desaprobación... Dios, ¿En qué me acabo de meter?

Danniel me abrazó fuertemente y me besó la frente. —Te amo demasiado...

Asentí. —Y yo, Danni.

El resto de la cena, mi hija y yo estuvimos algo ausentes, pero nunca dejamos lo que estábamos haciendo. Ella sólo está un poco confundida, pero son cosas que yo arreglaré después.

Pasadas las 9 salimos del restaurante para ir a casa. Sophia no pronunció palabra en todo el camino, ella puede hacernos creer muy fácilmente que ya tiene sueño o que está molesta, eso es algo que solamente ella sabe.

Estoy algo confundido. Danniel se ve feliz, es obvio que va a estarlo... Alguien a quien el ama le acaba de dar una respuesta positiva para casarse con él, y estoy seguro de que eso recaerá en mi después.

Llegamos a casa finalmente. Mi pequeña se despidió de nosotros y subió a su habitación. De verdad hay días en los que no la comprendo.

Danniel notó eso, y se encargó de hacerme sentir bien al instante. —Sólo está cansada, amor.

Suspiré y asentí. —Creo que sí. Está contenta, cielo... Sólo tendrá que adaptarse bien.

—Ella va a entenderlo, ya lo verás. — Me tomó del mentón, haciéndome mirarlo. —Yo sé que ella quiere que tú estés bien, y sea con quién sea que quieras estar... Me siento afortunado de poder ser esa persona...

Le sonreí y después le di un pequeño besó en los labios. —A mi también, Danni.

***

Son apenas las 11, pero ya no escucho ruidos, hace un buen rato que la puerta de la habitación de mi papá se cerró y no se oye casi nada.

Me levanté con cuidado de mi cama y caminé hacia la habitación de mi papá. Miré por el picaporte y para mí buena suerte, él y Danni están dormidos.

Bajé las escaleras y al llegar a la sala tomé el teléfono que está en la mesa junto al sofá. Procuré hacer mucho ruido a la hora de girar los números marcando el número de mi papá y Esperé pacientemente hasta que me respondió.

—¿Diga?

—Papá, soy yo...

—Soph, ¿Que haces despierta a esta hora?

—Necesito hablar contigo... Ocurrió algo está tarde con papá y con Danniel...

Lo escuché suspirar al otro lado de la línea. —Hija, estoy algo ocupado, ¿Quieres que nos veamos mañana? Puedo ir por ti a la escuela si quieres.

—Si, si... Necesito que hagas recapacitar a mi papá...

—Tranquila. Lamento no poder escucharte ahora, tuve una emergencia del trabajo, pero te prometo que mañana llamaré a papá e iré por ti para que me digas que está pasando.

—Bien, te esperaré mañana entonces.

—Ve a dormir, cariño. Buenas noches.

—Descansa, papi. Te amo.

—Y yo, mi vida. Hasta mañana.

Suspiré y dejé el teléfono en su lugar. No puedo seguir con esto, mi papá se está pasando de la raya. Prometió que hablaría con Danniel y ahora... ¿Se va a casar con él? Si se casa con él, no podrá volver a estar con mi papá. Quiero a Danniel, eso no lo voy a negar... Pero viví casi catorce años sin la compañía de uno de mis padres, y no quiero dejar que nos pase esto nuevamente.



Quédate (Somebody To Love 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora