Quédate. - LXI

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—Soph... Amor, despierta...

Mi pequeña se movió un poco en el asiento y talló sus ojos. —Papi... Tengo frío...

La tomé en mis brazos con cuidado y la cubrí bien con su chaqueta. —Ya llegamos, amor.

Asintió y de aferró más a mi pecho. Siempre ha sido así, no le gusta que la despierten.

Entré con ella y con Roger a la casa y conectamos la calefacción enseguida. Afuera estamos a -6 grados, hace demasiado frío, pero no tendremos que salir para nada. Todo lo que necesitamos lo tenemos aquí adentro.

Dejé a Sophia en una de las habitaciones de la planta baja y la dejé dormir otro rato, aún es algo temprano para que esté despierta.

Vuelvo a la sala con Roger y enciendo la chimenea, el calor comienza a saltar poco a poco, cubriendonos del terrible frío que está haciendo.

Se para detrás de mi y me abraza, alcanzo a sentir como esconde la cara contra mi espalda y sé que me está pidiendo que me dé la vuelta para abrazarlo, así que lo hago. Lo estrecho en mis brazos fuertemente. Aquí es donde me doy cuenta de que no quiero volver a dejarlo ir jamás.

Alza la cabeza y me mira. —Te amo, ¿Ya te lo había dicho?

Sonreí y asentí. —Si, cariño... Yo también te amo.

Sonríe y me hace sentarme en el sofá, él se sienta en mi regazo y comienza a besarme de una manera desesperada, pidiéndome a gritos una respuesta.

Lo separó un poco de mí, su expresión me hace soltar una risita nerviosa. —Alguien está muy desesperado, ¿Verdad?

Juego un poco con los botones de su camisa mientras él suelta pequeños gemidos, gemidos que conozco bien y que sé que son por qué está algo desesperado por que comience la verdadera acción.

—Bri, por favor...

Negué levemente con la cabeza. —Tendrás que esperar un poco más, ¿Si? Sólo hasta que Sophia se duerma de nuevo.

Suspiró y asintió. —Está bien.

Le di un último beso y lo senté bien en mi regazo. Comencé a acariciar su fina y pequeña cintura por debajo de su camisa. —Roger... ¿Alguna vez te dije lo hermoso que eres?

Me quitó un mechón de cabello que caía sobre mis ojos. —Siempre lo gracias, y no tienes idea de cuánto extrañaba que me lo dijeras...

Lo atraje hacia mi y lo abracé nuevamente. —Te amo, Roger...

—Y yo a ti...

Quédate (Somebody To Love 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora