Quédate. - XXXX

474 48 37
                                    

*7 Años Después*

—¡Papá, Ya llegamos!

—Amor... — El Rubio salió de la cocina. —¿Tú y quién m...- Ah, Nick...

—Hola, Señor...

Roger le sonrió, dándole confianza. El chico llevaba algunos meses tratando de salir con su hija, pero aún eran algo pequeños. —Hola, Nick.  Sophia me dijo desde anoche que vendrías.

—Me alegra haber venido. — Le respondió con una sonrisa.

Sophia suspiró completamente enamorada de él. —¿Quieres subir?

—Sophia... — Le advirtió Danniel desde la cocina.

—¡Por favor! Sólo haremos la tarea y ya.

Roger miró a Danniel y le sonrió. —Está bien, los llamaré para comer.

—¡Gracias!

Sophia tomó a Nick de la mano y subieron corriendo las escaleras hasta llegar a la habitación de la joven. Su habitación había pasado de ser color rosa a un color más juvenil. Los posters de sus bandas favoritas decoraban las paredes, al igual que todas las medallas que había ganado en los concursos de patinaje en los que había participado.

—Wow... No imaginé que tuvieras tantas...

—Tengo unas cuantas más debajo de la cama. — Rió nerviosa la jovencita. —Sólo me gusta poner ahí las que son más importantes. Papá insiste en que debo ponerlas todas, pero me quedaría sin espacio si lo hiciera.

Nick rió levemente y asintió. —Soph... ¿Cuanto tiempo lleva tu papá saliendo con Danniel?

—Algunos Seis o Siete años, creo. Yo era muy pequeña cuando llegamos aquí... — Suspiró algo triste. —Tengo algunos recuerdos de cuando mis padres discutían, y enserio, te aseguro que no eran unas discusiones muy buenas.

—Linda, ninguna discusión es buena.

—Me refiero a que parecía que en cualquier momento iban a matarse... Agradezco que papá me haya traído con él... Tiene algunas semanas que mi abuelo no llama... Dios... — Escondió la cara entre las manos para que Nick no la viera llorar, pero lo primero que él hizo fue tomar su rostro entre sus manos y limpiar sus lágrimas. —Ya... Deja de llorar... Eres preciosa, y una chica preciosa no debe llorar...

Le sonrió y asintió levemente. —Está bien...

—¿Extrañas a tu papá?

—Mucho, Nick... Lo extraño muchísimo...

Se acercó a su mesa de noche y sacó del cajón un par de libros. Abrió uno justamente a la mitad y sacó de ahí una foto de Brian, la última que tenía, y así era como lo recordaba.

—Cuando era niña amaba a Elvis. — Sonrió. —Papá me cantaba sus canciones cuando no podía dormir... — Tocó levemente la palma de una de sus manos con su dedo, haciendo pequeños círculos en ella. —Por eso siempre hago esto... Papá lo hacía conmigo, y junto con sus canciones me quedaba dormida...

—Estoy seguro que donde esté, está orgulloso de todo lo que estás haciendo. Eres una gran chica, eres preciosa y eres la mejor patinadora que he podido conocer... Dios, Sophia... Eres tan perfecta como siempre imaginé que serías...

—Nick... — Le acarició una mejilla. —Eso es algo muy lindo, gracias...

El chico le sonrió y se acercó un poco más a ella hasta llegar a sus labios. Los presionó con los de ella suavemente y se separó luego de unos segundos.

—Me gustas mucho, Soph...

—Tu También a mi, pero eso ya lo sabíamos. — Respondió en una risita.

—Me gusta decírtelo, es todo. — Le replicó con una sonrisa. La sonrisa más bonita que ella había podido ver.














Díganme, ¿Les gustan los nuevos personajes? Cuéntenme qué piensan ahora que ya pasaron algunos años :3

Quédate (Somebody To Love 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora