Quédate (Somebody To Love 2)

Quédate. - LXII

—Papá...

Miré a mi hija saliendo de la habitación con pasitos torpes. —Buenos días, bella durmiente.

Me sonrió levemente y se acercó a nosotros. Besó mi mejilla y luego la de Brian.

—Tengo mucho frío. — Nos dijo con una risita.

Asentí. —Hace bastante frío...

—Papá, ¿Que vamos a hacer aquí?

—Solamente pasaremos el tiempo, debemos volver mañana por la mañana, ya lo sabías.

—¿Y si nos quedamos a vivir aquí? — Me preguntó con un aire juguetón.

Me reí ante su comentario y la despeiné un poco. —Si todo sale bien con papá y conmigo, volveremos a Londres.

—Seguro no recuerdas nuestra casa de Londres. — Le dijo Brian apartándole un mechón de cabello de la frente. —Eras apenas una niña cuando comenzamos a vivir ahí, pasaron dos años y medio para que papá y tú vinieran aquí.

—Si que me acuerdo... — Cerró los ojos, tratando de recordar algo. —Era una casa pintada de blanco, con una puerta de madera, tenía tres pisos... La habitación de ustedes estaba al lado de la mía... Claro que me acuerdo. — Nos explicó con una sonrisa.

Le acaricié el cabello y le sonreí. —Eso es genial, amor.

Asintió. —Ahora... Yo quiero preguntarles algo, a ambos.

—¿Que pasa?

Suspiró. —¿Están seguros de que va a funcionar ahora?

Brian y yo nos miramos con una sonrisa, unimos nuestras manos y ella sonrió.

—Cuando el amor es fuerte, todo es posible y todo funciona. — Le dijo Brian sin dejar de sonreír.

—Yo sí quiero que funcione. — Nos confesó. —Yo quiero un lugar en el que podamos estar los tres juntos, que todo vaya bien...

Le tomé una mano. —No tienes que preocuparte por eso... Sabes que aunque no estemos juntos, siempre vamos a estar contigo, y nos tendremos uno al otro siempre.

Sonrió con confianza. —Me alegra saber eso, papi.

Dejó de lado ese tema lo que restó del día. Jugamos unos cuantos juegos de mesa y luego nos sentamos todos en la sala. Sophia le contó a Brian todo lo que hizo cuando llegamos aquí, nosotros le contábamos anécdotas de cuando era pequeña y de cuando nos conocimos, así hasta que cayó la noche...