Quédate. - LXXXI

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—¿Están listos?

—¡Si, Ya Vámonos!

Sophia bajó las escaleras con algo de dificultad, ya que iba cargando aún más maletas de las que ya llevaba.

—Soph, te dije que sin tantas maletas...

—Papá, son mis cosas...

—Me pregunto entonces quien te habrá comprado tantas cosas. — Respondió mi hermoso chico mirándome con obviedad.

—Oye, es inevitable. — Respondí besándole la mejilla.

—¡Ya vámonos, Ya quiero llegar!

Salimos de la casa y llamamos a Danniel para avisarle que ya nos íbamos. Afortunadamente no hizo mucho problema por lo que sucedió, lo entendió perfectamente bien.

Roger decidió venderle la casa, así no tendremos el pendiente de haber dejado la casa sin dueño, así que no tendremos que preocuparnos por eso.

—¡Papá! ¡Vamos a llegar tarde!

Seguí a mi hija y a su desesperación hasta el taxi. Le ayude a subir las maletas y finalmente pudimos partir hacia el aeropuerto.

Roger tiene su cabeza sobre mi hombro. Su sonrisa está resplandeciendo junto con el sol, sus ojos brillan y todo su rostro está lleno de color.

Le besé la frente y el subió su mirada, dejándome encontrar sus preciosos ojos azules.

—Te amo... Y mucho... — Me dice cuando me mira.

—También yo, Roggie.

Se acercó a besarme los labios. Siempre lo hace así, repentinamente, y eso es algo que me gusta demasiado.

Cuando llegamos al aeropuerto, checamos y documentamos sin problemas. Cuando subimos al avión me invadieron mil y un recuerdos de nuestra vida de antes. Antes de todo lo que sucedió, antes de hacernos daño y dejarnos, y ahora es totalmente mágico saber que podemos volver a comenzar todo.

Fueron 9 horas de largo camino en el vuelo. Sophia se durmió y despertó muchas veces, aunque estaba emocionada y siempre que despertaba nos decía los diferentes sueños que había tenido... Soñaba que ya llegábamos a casa, soñaba con tener una vida bonita los tres juntos.

El vuelo no demoró mucho en aterrizar. El frío familiar de Londres me hizo sentirme en casa.

—Mi vida, ya llegamos...

Moví a mi hija hasta que se despertó. La tomé entre mis brazos por lo adormilada que está y bajé con ella y mi esposo del avión. El aire frío golpeó nuestros rostros, haciéndonos sentir que ya estamos en casa.

—Papi... ¿Ya llegamos?

—Ya, mi vida. Ahora verás nuestra casa, y podrás andar de aquí para allá todo el tiempo que tú quieras.

Sonrió y se volvió a dormir durante unos cuantos minutos. Tomamos el taxi y finalmente tuvimos que despertarla por completo. El cambio de horario no va a tardar en hacerle efecto, pero tampoco podemos dejarla dormir tanto tiempo.

En el trayecto dentro del taxi, fuimos pasando por ciertas calles que ya conocíamos, un poco cambiado, pero siguen siendo las mismas calles. Pasamos también por nuestra universidad... Que recuerdos tan malditamente buenos.

Llegamos al fraccionamiento dónde está la casa que nos regaló Michael... Todo sigue igual, algunos de nuestros vecinos todavía están aquí.

Llegamos a la casa y nos bajamos del taxi, bajamos las maletas y nos plantamos en ese umbral...

—¿Que habrá pasado cuando nos fuimos de aquí?

—Seguramente se quedó todo igual.

***

La misma llave, el mismo picaporte.

*Inserte música Sad de Tarzán :3*

Una vez que la puerta fue abierta, mil recuerdos llegaron nuevamente a ellos. Recuerdos atrapados detrás de esa puerta que estuvo tantos años cerrada...

Entraron y encontraron todo justo como lo habían dejado la última vez. Su césped estaba largo, todo estaba más lleno de polvo... Lucia algo triste, pero con cierto sire de una melancolía romántica.

La primera en entrar fue ella. Entró con cuidado de no pisar todo lo que había en el suelo, hasta que se topó con algo que le causó demasiada ternura.

Pisó un marco de cristal que estaba en el suelo. Lo miró debajo de ella y levantó aquel extraño objeto que había producido un ruido al pisarlo. Era un marco para fotografías empañado por completo por el polvo. Utilizó su mano para limpiarlo y poder observar la foto.

Una oleada de sentimientos encontrados entró en ella. La fotografía mostraba a sus padres jugando con ella cuando apenas comenzaba a caminar.

Sonrió con emoción y decidió guardar esa foto para ponerla en su habitación después.

Miró a sus padres y les sonrió mientras les mostraba la foto. —¿Que edad teníamos aquí?

Roger sonrió al ver la foto. —Papá y yo... Quizás algunos veintiséis años... Tú eras apenas una bebé, un año quizás.

Sonrió más. —Me alegra saber que estemos de vuelta...

—A mi también, cariño, pero ahora hay que limpiar todo. — Respondió el más alto con una sonrisa.

—¡Pido limpiar mi habitación!

Subió corriendo hacia su cuarto y lo que encontró le dio tanta ternura que comenzó a llorar.

Una camita pequeña, muñecas y peluches en el piso... Ropa para niñas pequeñas, zapatitos y absolutamente todo era rosa.

Sonrió. Confirmó que siempre había sido una niña un tanto consentida.

Por lo mientras, sus padres seguían abajo, intentando recordar la posición de cada uno de los muebles y tratando de saber cómo es que su casa había estado sola durante tanto tiempo.

—Supongo que empezaremos de cero, ¿No? —Preguntó el más alto.

—Si... Desde cero, y solamente nosotros tres.

El rizado sonrió y atrajo de la cintura a su esposo. —Te amo.

—Yo te amo más... Siempre te amaré, Brian...















FIN.


























—“Amar Significa Nunca Tener que Decir Lo Siento.”






























¡Los Amo infinitamente!


Enserio, estoy muy emocionada por haber terminado este proyecto, emocionada por saber que tengo a los mejores lectores de todo el universo y de saber que faltan muchos proyectos más por tener juntos.

Enserio, sin ustedes, Quédate Jamás hubiera sido lo mismo. Está historia es de ustedes. Disfrútenla, vivanla por qué es por y para ustedes.

Tengo una última dinámica para todos ustedes :3

Ahora que ya llegamos al gran final de este proyecto, dejen todas las preguntas que hayan tenido con respecto a este libro y a su precuela, que fue Somebody To Love. Preguntas para todos, y todas serán respondidas :3

¡L@S AMO!

Esperen próximamente actualizaciones para Eighteen; LOS AMO!

Quédate (Somebody To Love 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora