Quédate. - XXXXX

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*Al otro día*

Hoy es Sábado, tengo todo el día libre, Soph no tiene entrenamiento y Danniel no tiene citas pendientes, así que buscaré algo que podamos haicer los tres. Brian no ha llamado, supongo que lo llamaré para decirle que Estaremos fuera.

Sophia aún sigue dormida, así que dejaré que duerma un poco más.

Bajo a la sala y tomo el teléfono, marco el número de Brian y espero a que me responda, lo cual sucede al tercer timbre.

—Hola, Bri.

—Buenos días, Roger.

—Quería preguntarte si tenías planeado venir hoy por Sophia.

—Pues... No, ¿Por qué?

—Saldremos los tres... Tengo una sorpresa para ella, si quieres puedes venir mañana.

—Gracias por avisarme, Rog. Los veré mañana entonces.

—Cuídate, Bri.

Colgamos el teléfono y chequé la hora. Apenas y tenemos tiempo para irnos, así que corrí hacia arriba para despertar a mi hija, pero mi sorpresa fue otra.

Soph ya está levantada y arreglada, está cepillando su cabello frente al espejo.

—Buenos días, papi. — Me dice con una sonrisa.

—Buenos días... ¿A qué se debe que te hayas levantado sola?

Alzó los hombros. —Sólo quise hacerlo. ¿Papá vendrá hoy?

—No, amor. Hoy saldremos tu, Danni y yo. Te tengo una sorpresa.

—¿Qué es esa sorpresa, Papi?

—Si te lo digo, dejara de ser sorpresa. ¿Por qué no llamas a Nick para que venga con nosotros?

Me miró asombrada. —¿Enserio, papi?

—Si, cariño. — Le respondí con una sonrisa.

—¡Gracias, Papá!

Corrió a mi y me abrazó. Me encanta que sea tan expresiva. Amo eso en ella.

Le correspondí el abrazo y besé su frente. —Anda, ve a llamarlo.

Asintió emocionada y bajó las escaleras, luego yo me dirigí nuevamente a mi habitación. Danniel sigue algo dormido, así que me acerqué a él y comencé a darle besos por toda la cara, hasta finalmente llegar a sus labios.

Abrió los ojos lentamente y me sonrió. —Qué Linda forma de despertar...

—Lo mismo digo, cariño... Es hora de levantarnos, nos están esperando.

Me abrazó fuertemente. —No me quiero levantar...

—Más vale que lo hagas, Nick vendrá a pedir la mano de tu hija.

—¡¿QUÉ?!

Me reí ante la emoción de su respuesta y le acaricié las mejillas. —No es cierto, tranquilo... Sólo quiero que te levantes, amor.

—Ya verás, ya verás...

—Esperaré ese momento, por ahora levántate, tenemos que irnos.

Luego de un rato, Nick llegó, justo en el momento en el que ya estábamos todos listos, así que tratando de ocultar mi emoción, me subí al auto junto con mi familia y comencé a conducir.

—Papi, ¿A dónde vamos?

—Ya lo verás, cariño. Traen ambos sus patines, ¿Verdad? — Nick y mi hija asintieron. —Bien, por qué después de eso iremos a una pista a la que Sophia tenía muchas ganas de ir.

Mi hija me sonrió emocionada y se acercó a besarme una mejilla. —Gracias, Papi.

Le sonreí de vuelta y seguí conduciendo hasta que llegamos. Bajamos todos del auto, encontrándonos en un lugar en el que había mucha gente, el centro de la ciudad.

—Bien, Soph. Haremos un pequeño juego. Ponte ésto — Le pasé una venda para los ojos. —Caminarás con nosotros y luego dejarás de escucharnos, te encontrarás con alguien cuando dejes de hacerlo.

Me miró extrañada. —¿Para qué, papá?

—Es parte de tu sorpresa, ahora tapate los ojos.

Me hizo caso y se colocó la venda en los ojos. Nick la ayudó a bajar y la guiamos durante unos cuantos segundos, hasta alejarnos por completo de dónde estábamos. Ahora solo estamos ella, nosotros y el silencio.

Chocó con alguien, justo como le dije que pasaría cuando dejara de escucharnos hablar.

—¿Papá?

...

Quédate (Somebody To Love 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora