Quédate (Somebody To Love 2)

Quédate. - VI

—P-Papi...

Roger se separó al instante de su esposo para mirar a la pequeña niña que estaba detrás de ellos.

—¿Qué pasa, Soph?

La niña limpió las lágrimas de sus mejillas y caminó hacia ellos.
Extendió sus bracitos hacia el más alto, Quien aceptó cargarla.

—Papi... Soñé feo... — Dijo la pequeña en un lloriqueo.

—Shhh, ya, amor — Le Respondió su padre mientras le acariciaba el cabello. —Sólo fue un sueño, tranquila...

Roger sonrió levemente al ver aquella escena. Sophia se había calmado ya un poco, estaba recargada sobre uno de los hombros de Brian, con su cabello colgando sobre sus ojos, jugando con sus manitas.

—Soph... ¿Quieres ir a ver una película a abajo? — Le preguntó el rubio.

—¿Podemos ir por un helado, papi?

—Claro que sí, princesa.

Los labios se Sophia se curvaron en una pequeña sonrisita y comenzó a jugar con los mechones de cabello que caían por los hombros de Brian.

—Amor, cuéntame... ¿Qué tal estuvo el día de hoy?

—Bien, papi... Papi Roger me compró un vestido nuevo en el centro comercial.

—Es muy bonito, mi vida. Casi tan bonito como tú.

—¿Soy bonita, papi?

—Eres tremendamente hermosa, cariño. — Le respondió Roger rápidamente. —Jamás dudes de lo hermosa que eres.

Sophia le dió un beso en la mejilla a cada uno y se bajó de los brazos de Brian. —Iré a mi habitación.

—Te avisaremos cuando sea hora de irnos.

La niña asintió y salió de la habitación con rumbo a la suya, dejando a sus padres completamente sólos.

Brian abrazó a Roger por detrás de su cintura y comenzó a repartir besos por todo ese lado de su mejilla y su cuello.

—Bri, me haces cosquillas...

—Puedo hacerte otra cosa, si tú quieres... — Respondió el rizado mientras metía una de sus manos en la camiseta de su esposo.

—No lo creo, Bri...
Roger retiró la mano de Brian de debajo de su camiseta y se giró, quedando frente a él.

—Bri, cuéntame... ¿Quién era ella?

—¿Quién?

—La chica de ésta tarde... La que estaba contigo en la tienda, ¿Quién es ella?

—Oh... Lindsey es una amiga del lugar donde trabajo. Ella es un poco... Especial en ciertos temas, no quiero que pienses que lo hice por alguna otra cosa...

Roger rió un poco ante la desesperación de Brian por querer explicarle.

—Ya, Bri... Tranquilo, está bien.

—Amor... Te amo, ¿Bien? Jamás dejes que nada de lo que digamos interfiera en eso... Debes saber que nunca amaré a nadie como te he amado a ti.

—Bri... Te amo...