Quédate. - LXXIII

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—Gracias por llevarme, papá...

Me acerco a él para darle un pequeño abrazo y él me toma en sus brazos también. —Te amo, mi amor...

Sonrío. —Y yo, papá.

—Cariño... - Me suelta y me mira fijamente a los ojos. —Quiero hablarte de lo que te dije el otro día... No quise lastimarte, linda...

—Ya, Papá... No quiero hablar de eso.

Me abraza nuevamente. —Lo siento... Sólo quiero que vuelvas, mi vida...

—Voy a volver, papá. Pero no ahora... Aún tengo ciertas heridas que tengo que sanar para poder regresar.

Me sonríe y asiente. —Lo entiendo, mi amor. Hazme un favor, ve por papá, dile que necesito hablar con él.

Asiento y meto la llave en la cerradura para abrir la puerta, entramos y voy corriendo por mi papá mientras trato de pensar en el plan perfecto. Hace poco vi en la televisión un truco para espías. Seguro me mandarán a mi habitación, así que sólo necesito una taza de la cocina y un pedazo de plástico.

Exactamente, me mandaron a mi habitación, pero antes, con una pequeña mentira, les dije que necesitaba algo de la cocina. Tomé todo lo que necesito y me encerré en la habitación de mi papá, que es la que queda más cerca de donde ellos están.

Enrosco el plástico en la parte hueva de la taza y la pego a la pared para escuchar del otro lado. Se escucha todo perfectamente bien.

—Danniel quiere que vayas a la boda... — Eso es una crueldad.

—No estoy seguro, Roger.

—Bri... - Alcanzo a escuchar que mi papá está a punto de llorar. —Y-Yo no quiero que me dejes...

—Roger, vas a casarte, no seas infantil.

—Te prometo que voy a cambiar esto, pero por favor... Sólo quiero que te quedes conmigo...

Ojalá mi papá Brian diga que sí, y que papá Roggie sepa hablar tan bien como está diciendo que hará.

Se dejan de escuchar las voces unos cuantos segundos, así que me arriesgo a abrir lentamente la puerta de la habitación y a asomarme por el pasillo.

Mis papás están abrazados, o algo así... Se están dando un beso, y me dan ganas de llorar de felicidad cuando los veo.

Se separan a los pocos segundos y se quedan mirando un ratito, hasta que uno de ellos se da la vuelta, dándose cuenta de que yo estaba ahí.

Mis mejillas ya están empapadas por las lágrimas. Per son lágrimas de felicidad de saber que mis papás aún quieren reconstruir su relación.

—Ven aquí, cariño... No llores...

Corro hacia ellos y los abrazo fuertemente a los dos mientras sigo llorando. Alguno de Los dos me acaricia el cabello mientras que él otro me dice que deje de llorar.

Luego de un ratito así, mi papi Roger se agacha a mi altura y me limpia las mejillas. —¿Por qué lloras tanto, mi vida?

Lo abrazo de nueva cuenta. —P-Por que no quiero que t-te cases... Y-Yo quiero que estés con mi papá...

Me suelta y me mira fijamente. —Linda, no es tan fácil como se escucha... No sabemos cómo puedan tomarlo otras personas, y no queremos lastimar a nadie, ¿Verdad que no? — Niego con la cabeza. —Entonces debes confiar en nosotros... Todo saldrá bien, ya lo verás. Papá y yo estaremos juntos — Comenzó a sonreír luego de decir eso —, y vamos a estar contigo, y volveremos a nuestra casa en Londres... Seremos una familia normal, mi amor.

Bajé la cabeza, no quería que me siguieran viendo llorar. —Somos una familia rota, ¿Verdad?

—No, mi vida... — Me respondió Mi papá Bri, agachándose también. -Somos una familia que está luchando por estar juntos de nuevo... Papá y yo sabemos lo mucho que te afecta que no estemos juntos, y queremos que sepas que más que por nosotros, lo hacemos por ti, bebé. Si tú no estuvieras aquí, sería más fácil olvidarnos uno del otro... No te imaginas lo parecida que eres a tu padre...

Sonreí levemente. —Siempre me lo han dicho...

—Linda, lo que queremos que entiendas es que en el momento que menos te lo esperes, vamos a estar los tres juntos nuevamente... Te vamos a cuidar y te vamos a querer mucho.

Asentí. —Pero papá tiene que hablar con Danniel..

-Linda, hablaré con él cuando sea necesario hacerlo. No puedo llegar y decírselo así nada más; se merece una buena y extensa explicación.

—Promete que no tardarás en decírselo...

—Te lo prometo, mi vida. — Me respondió mi papá con una sonrisa.

Le sonreí también y volví a abrazarlos. —El beso que se estaban dando fue muy lindo. — Les confesé con una risita nerviosa. —¿Pueden darse otro?

Se miraron y se acercaron lentamente hasta que se besaron. Fue un besito rápido pero bastante, bastante bonito.



Quédate (Somebody To Love 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora