Interrogantes.

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Si había algo que sabía mejor que nadie, es que cuándo su pareja se encontraba algo que atrajera su atención, no descansaba hasta obtenerlo.


—Steve, cuánto tiempo llevas sabiendo que estoy embarazado?


—Como tres semanas, por qué?. —Dijo confuso al ser recibido con preguntas.


—¿Lo ves? Fue justo después de su celo, quizás no la primera vez, pero si luego de ella.


—Los embarazos entre nosotros, incluso masculinos se realizan después del vinculo. Pero tu no eres un licántropo. —Le recordó la rubia.


—Sarah dice que no somos tan diferentes. —Rodó los ojos ante la mirada de su prima. —Vale, veámoslo de esta manera : Los vampiros son criaturas nocturnas, ustedes son más fuertes durante las noches de luna llena no?


—La plata nos lastima. —Dijo su prima aburrida.


—A nosotros nos debilita, incluso, evita que nuestro reflejo se muestre en los espejos. —Ambos rubios le vieron curiosos. —¿Qué? Por favor Beloved, me insulta que no pienses que sepa como funciona mis empresas.


—De acuerdo. —Asintió a regañadientes la rubia. —¿A dónde quieres llegar?.


—Yo nací como humano, significa que mi cuerpo se adaptó a ese cambio, al tomar sólo la sangre de Steve quizás puede haberme ayudado a quedar embarazado.


—Mira, te comprendo, pero eres un Vampiro, su sangre debería de ser tóxica para ti. —Le señaló su madrina. —Los vampiros no tienen alma, el enlace no debería de haber sido exitoso, tu cuerpo no debería de cargar con su marca. Por donde lo veas, es imposible.


—Gracias Carol. —Odió ver como su pareja se frustraba otra vez. —Vamos Tony debes descansar.


—Faltan 2 horas para el amanecer, quiero resolver esto. —Dijo cansado.


—Cariño lo entiendo, pero ahora mismo hay cosas más importantes que esto, tú, yo y—


—¡Steve no quiero ilusionarme y luego descubrir que!. — Le tomó de la mano con súplica. —Por favor deja que termine con esto, no puedo dormir hasta hacerlo.


—¿Por qué insistes tanto?. —Buscó su mirada desesperado. —Tony...


—Porque sé que me usarán para atacarlos a ti y a Sarah. —Acarició su rostro con una sonrisa. —Si les puedo demostrar que nuestro vinculo es verdadero, que nuestro cachorro no es un estado psicológico. Eso a aligerará la carga.


—Dos horas. —Accedió rendido abrazándolo. —Pero nada más, vale?


—Gracias, hablaré con tu madre. —Hizo el amago de besarlo pero se alejó.—¡Cierto! Estás castigado por dos semanas.


—¿Qué?

—Dijiste que ibas a pagar el precio no?. —Sonrió con malicia el castaño. —Serán 2 semanas sin nada de besos, en especial de sexo.


—¡¿Qué?!. —Alzó la voz indignado al verlo alejarse. —¡Pero eso no es justo!


—¡Tampoco lo es que me tuvieras secretos!

Mordida SempiternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora