Discusión.

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Como lo esperaba, la noticia del embarazo de su yerno estalló en una fuerte discusión que duró hasta el anochecer. 

Los ancianos les habían mandado a esperar afuera mientras dialogaban entre ellos sobre como proceder.

Lo comprendía, la noticia de un híbrido no era fácil de digerir. Menos al tratarse de un vampiro.


—¿Por qué les dijiste lo de su embarazo?. —Le reprochó el castaño.


—Helmut pensaba hacerlo, ¿por qué esperar a que lo usara en su favor?.—Se apoyó en la pared con los ojos cerrados. —Lo mejor era demostrar que no queríamos ocultarlo.


—Es justo lo que quería, anotar en la lista otra "falla" de tu parte.


—¿Por qué insistes en discutir conmigo?. —Dijo agotada.


—No es mi intención, sabes que siempre tienes mi apoyo, pero cuando tomas decisiones que te perjudican...—Le vio con culpa.—No puedo evitarlo.


—Lo mismo diría de ti. —Ver aquellas heridas le dolían demasiado. —Nunca tuve que dejarte ir solo por él.


—No me arrepiento de nada.—Le aseguró con una sonrisa. —Sabes que haría lo que fuera por ti y Steve, aunque a veces sólo quisiera golpearlo.


No pudo contener la risa. A veces se le olvidaba que Bucky ya no era un cachorro. 


—Tú, eres muy buena. —Le felicitó el rubio. —No esperaba menos de ti.


—Ojalá pudiera decir lo mismo de ti.


—Has ganado tiempo, lo admito. —Asintió divertido. —Justo ahora esos viejos están rompiéndose la cabeza con la noticia. Pero ambos sabemos que no servirá de nada, al final sólo tendrás dos opciones. Y en ambas, terminas conmigo.


—¡Te lo advierto, una palabra más y te mueres!


—Basta. —Apoyó su mano en el pecho  de James evitando que se le fuera encima. —Solo te quiere provocar, imaginó que tu viaje no fue tan placentero en el oeste no? Es difícil apoyar a una manada insurgente que no puede convencer ni a los suyos.


—¿Ves por qué me agradas tanto?. —Rodó los ojos ante aquel tono jocoso. — Somos perfecto el uno para el otro.


—Ya tuve una pareja Helmut. —Le recordó —Aún si quisiera, jamás podría tomar otra. Eres joven, deberías de desistir con esto y buscar una que pueda darte cachorros.


—No necesito cachorros, hay mejores maneras de pasar una eternidad a tu lado. 


—¡Hijo de perra, te la ganaste!. 


—¡James!. —Agradeció que las puertas se abrieran para ser llamados de nuevo. —Ya es hora.


Mordida SempiternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora