Verdades.

920 128 3
                                    

El peso del presente, no siempre va de acuerdo a nosotros ni con nuestras acciones.

Ni siquiera el pasado que creemos conocer. A veces, el conocimiento es poder, otras, una eterna maldición.

Anthony no tenía horarios. Estaba tan preocupado por irse, por ver a su madre que se olvidó por completo que su pareja dependía sólo de su sangre para alimentarse.

Su preocupación aumentó al ver que luego de alimentarlo su fiebre no bajaba.

No se había despegado de su lado por tres días.

Sabía que los vampiros necesitaban comer, una persona al mes, dependiendo de su metabolismo, hasta tres personas.

En su caso, dos veces al mes. Y había olvido ambas.

—¿Cómo te sientes?. —Se alegró de ver que su fiebre había bajado. Mas que nada el ver de nuevo sus hermosos ojos cafés abiertos.

—Cansado. —Sonrió al ver como se apoyaba en su mano buscando su calor. — ¿Que tal tu viaje?

Sí. Era un cretino a tiempo completo. 

El menor se sentó con esfuerzo. Ambos se mantuvieron en silencio.

—Tony. —Temía tanto preguntar, pero necesitaba saberlo. —Ese sujeto...

—Por favor. —Bajó la mirada con temor. —No me preguntes por él..

¡Mierda! ¡No se detendría hasta hacerlo pedazos!  

—¡Steve, por favor no te vayas!. —Le abrazó de la cintura evitando que se marchase.—¡Jamás dejé que me tocara!

—Pero él..

—Lo intentó. —Dijo contra su pecho. —Pero no lo acepté, lo juro, nunca dejaría que nadie más que tu me tocase, por favor tienes que creerme!

—Lo hago Tiny. —Le aseguró mientras le abrazaba. 

—Para un renacido, al intercambiar la sangre con tu maestro(*) es crucial obedecerlo. Si no lo haces...

La espera le estaba matando pero se mantuvo en silencio.

—Es peor que la sed, era tan doloroso.. Lo único que me mantuvo cuerdo, fue el encontrarte. —Acarició su cabello con lágrimas en sus ojos. —Quería que me alimentase sólo de el, cuando averigüe que quería que fuese una de sus parejas para su jodido harem me largué de allí. Sólo está resentido de que le mande al demonio.

—Tony..

Suspiro de alivio y dolor mientras le abrigaba entre sus brazos.

Nunca se perdonaría por haberlo dejado. Por todo el dolor que había pasado sólo.


—¿Si el muriera?. —Dijo lo mas sutil posible. —¿Eso te afectaría?


—Deja de pensar tonterías. —Jaló un mechón de su cabello.—Puedo ser nuevo en tu mundo Beloved, pero incluso yo sé que ambas especies no están en los mejores términos.


Asintió a regañadientes. Pero no por eso ese sujeto viviría mas tiempo.

—Lo siento tanto Steve...

—¿Por qué?.

—Por no decírtelo, porque estos últimos días. —Sollozó aferrado a sus hombros el menor.—Me rendí ante la idea, de que me dejarías de nuevo...

—Nunca más voy a dejarte Anthony.

**

(*) : Se refiere al inmortal que le da su sangre. El maestro obtiene control, a veces a fuerza de sus iniciados. Estos al negarse, la sangre daba por ellos comienza a quemarles por dentro.


Una manera segura de controlar a sus vástagos.

Mordida SempiternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora