¿Ex?

257 46 9
                                    

Los vampiros eran codiciosos por naturaleza.

Al ser tan lonjevos era predecible que perdieran el interés en los pocos placeres mundanos.

Por ese motivo, cuando lo encontraban no lo dejaban escapar hasta saciar su sed, en especial por otro cazador.

Tony al ser un convertido, jamás habia experimentado tal sentimiento.

Hasta ese día.

Si bien la preocupación de Steve era palpable, la suya era solo una desde que salió de su casa.

Alejar a esa despreciable arpía de lo que era suyo.

Y no estaba equivocado.

Esa hembra era muy diferente a todo lo que se había encontrado, y no solo lo decía por su horrible gusto de moda.

Incluso aquellos dos alfas maduros que su suegra le dejo como "su escolta" se veían afectados por aquella morbosa cantidad de feromonas.

Ese aroma era tan repulsivo que tenía el estómago revuelvo de solo estar frente a ella.

No necesitaba preguntar para saber que debía de irse con cuidado.

La muy descarada quería pasearse como si nada.

El le dejaría en claro que no era bienvenida en su manada.

En especial, el precio por tocar a su pareja.


—¿Vas a decirme quién es, o tengo que averiguarlo a la antigua?.


—Solo vino a conversar Tony, ya se iba. —Steve intentó calmarlo tomando su mano.

Quería creerlo.

Pero no dejaría pasar lo que presenció.


—No fue "eso" lo que ví hace poco Beloved. —Sostuvo su mirada con reproche.


—Entonces, es cierto todo lo que dijo Helmut... —Gruñó viendo como la atención de su Steve regresó a esa bruja. —Enloqueciste por un chupa sangre.


—Perdona, quizás no recibiste la correspondencia. —Le interrumpió asqueado por el sonido de su voz. —No eres bienvenida aquí, mucho menos de conversar con mi Alfa sin mi consentimiento.


— ¿Tú Alfa?. —Repitió con irritación. —Los de tu clase jamás comprenderían esa palabra.


—Asi es. MI Alfa, y ya que eres además de indecente, estúpida te lo pondré lo más claro posible. —Ignoró por completo las quejas de su pareja y se plantó frente de esa invasora. —No me interesa quién seas, date por muerta por tocar lo que es mío.


—Todos vamos a retirarnos. Tony—


—Lo preguntaré sólo una vez Steven. —Le mandó una mirada de advertencia. —¿Quién demonios es ésta?


—¿Oh, no le has contado a tu chupa sangre de lo nuestro?.


—No hay nada entre nosotros. —La seguridad en las palabras de su rubio calmaron un poco de su ira.

La suficiente para no comenzar a despellejar a esa grosera.

Mordida SempiternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora