ORDEN 50: Terra.

10 1 0
                                        

En medio de una carretera en las afueras de ciudad Escapamari, en Hurrsel, se veía una moto a gran velocidad. Dos encapachados iban desesperados huyendo de un camión blindado que los seguía.

—No se me van a escapar. —Decía Erick en la parte de atrás cargando un lanzamisiles.

—¡Señor, más adelante habrá una curva peligrosa! —Grito una de las mujeres pertenecientes de su harem, una mujer joven de 18 años.

—Tranquila, solo hagamos esto de una forma dramática y espectacular.

Erick abrió la puerta de su lado, la camioneta freno y giro un poco para dejar dicha puerta abierta de frente hacia aquella moto que huía de forma recta.

.

.

.

—¿Ustedes quienes son? —Pregunto Erick que veía a un par de encapuchados robando información en una memoria, estaban en las instalaciones secretas que Terra tenía en el país traidor Hurrsel, aquel país que decidió apoyar directamente a los incineradores.

Ninguno respondió, se le quedaban viendo a través de sus máscaras que representaban animales; un conejo y un gato. No estaban asustados ni nerviosos, estaban dispuestos a pelear. Pero aquel hombre activo la alarma. No deseaba correr riesgos, era un completo cobarde ya que cientos de soldados estaban corriendo hacia donde se encontraban y gracias a que uno de ellos soltó una granada aturdidora los encapuchados lograron escapar del lugar. Pero traía información consigo.

.

.

.

—¡Me encanta ser quien persigue a la presa! —Grito Erick para disparar de su lanzamisiles.

El misil era increíblemente rápido e impacto justo en la llanta trasera de la moto. Una intimidante explosión ocurrió en una curva peligrosa en aquella loma. No había necesidad de revisar si fueron eliminados, nadie sobrevive a una explosión tan violenta... si no fueran incineradores.

—¡Te dije que era una mala idea! —Grito Demi quien protegió a Johei usando sus poderes y recubrirlos a ambos con unas manos gigantes.

—No me digas si es buena o mala idea... con esta USB podremos chantajear a esos rescatistas...

—¿De verdad vale la pena arriesgar nuestras vidas por una foto desnuda de esa niña Aris?

—¡Hey, son mis asuntos! Además de que si no fuera por haber querido salir a hacer esto estarías bastante aburrida viendo que hacer en la isla incinerador.

Demi se quedo callada, pero no lo dijo en ese momento, decidió disfrutar el momento.

—Oye, tu capucha está ardiendo.

Johei no le importo el fuego en su ropa, lo que no se percato es que la foto que guardaba en ella de Aris se termino quemando. Esto lo puso triste y bastante.

—Carajo... supongo que les pediré aunque sea una foto nueva de ella para darles esta información.

—Es que no existe otra manera... ni de chiste podríamos vencer a Terra nosotros solos... ¿Sabes el monstruo que en realidad es?

Los dos se pararon y comenzaron a caminar por la loma, evitando tocar arboles o plantas. Si provocaban algún incendio Erick posiblemente iría a volver.

—Bueno... lo vimos luchar cuando ocurrió el golpe y derrocamos a nuestro rey original... parecía una bestia sin precedentes... por eso nos agradó, pero ahora está bastante loco. A demás intenta hacer que nosotros asesinemos a Aris, yo jamás traicionare a mi amor hermoso.

Safe and burn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora