En 1780 la familia lo era todo, se necesitaba una para sobrevivir a la sociedad y llevarse comida a la boca. Los padres casaban a sus hijos con otros hijos de familia con más dinero... Pero y si eso cambiara y cada uno sellara su propio destino?
~ Travis ~ Hacía tanto tiempo que no pasaba una noche agradable sin pensar en el pasado ni torturándose a él mismo por pensar en ello. Ella era tan hermosa, se preguntaba qué hacía una chica de familia llorando en su corral. No quería preguntar porque él sabía que hablar de ello la iba a entristecer de nuevo, prefería ver su sonrisa. -Puedes dormir en mi cama- Travis tenía claro que no iba a dejar dormir de cualquier manera a algo tan delicado. -Que? No,no. Es tu cama, puedo dormir en cualquier parte. -Si, tienes razón- Beverly lo miraba pensando que él era un maleducado aunque ella lo hubiera negado- es mi cama, y yo te digo que hoy duermes en ella. Travis notó como iba a abrir la boca para rechistar. -Digas lo que digas hoy no tengo ganas de dormir en mi cama, si prefieres dormir en el suelo allá tu- no dejaba de sonreír no quería que ella pensara que lo estaba diciendo de malas maneras- yo dormiré en el granero, tranquila no es la primera vez, desde ahí puedo ver las estrellas. La chica le miro sorprendida y Travis realmente no sabía si estaba pensando que estaba loco o que era un estúpido. Beverly pensaba todo lo contrario, le parecía tan especial. Una vez en el granero se apoyó la cabeza con los brazos hacia atrás, tumbado en la paja. Miro el techo roto y observo las estrellas, cerró los ojos y vio a esa preciosa muchacha que había cenado esa noche con el.
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