En 1780 la familia lo era todo, se necesitaba una para sobrevivir a la sociedad y llevarse comida a la boca. Los padres casaban a sus hijos con otros hijos de familia con más dinero... Pero y si eso cambiara y cada uno sellara su propio destino?
~ Beverly ~ El día se hizo muy largo. Limpiaron la casa, se ocuparon de la granja y los animales, y prepararon la comida para esa noche tan especial para Beverly. Al fin la noche caía. -Alissa los bollitos están listos? - no paraba de moverse de un lado a otro colocando flores en la mesa y aperitivos.
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-Si y huelen muy bien- Mientras lo decía acercó su mano al bollo poco a poco, pero Beverly le dio un toque en la mano. -Deja los bollitos- Alissa miró a su hermana mayor con cejas de enfado. -Eso no es de señoritas- dijo Ben con voz de superioridad y con una risa pícara- así que deja de intentarlo. -Tu cállate Ben. -Pero que os pasa a vosotros dos? -Beverly no los entendía, nunca se habían llevado mal. -Nuestra señorita Alissa se cree muy mujer como para pasar el rato con su hermano, ni siquiera quiere bañarse conmigo. Alissa se fue avergonzada sin decir ni una palabra. -Oh Ben- Beverly se acercó a su hermano y le cogió de la cara- las niñas llegamos a una edad en la que nos hacemos mayores y cambiamos, Alissa se a echo mujercita antes de lo que toca. -Yo también he cambiado Beverly, pero no por eso me aparto de su lado. -Déjale su espacio Ben, necesita conocerse a sí misma, ya se le pasará - Beverly da un pequeño abrazo a su hermano - por cierto que tal hoy en el bosque? Notó como su hermano abría los ojos como platos y se ponía tenso. -Perseguí a un zorro-empezó a reírse nervioso. Ella iba a preguntar, pero antes que lo hiciera se oyó la puerta abrirse y pensó que sería James. Ben aprovechó la oportunidad para irse corriendo hacia la puerta. No escuchó los saludos de sus hermanos y normalmente hacían escándalo cuando llegaba James, así que fue hacía la puerta. Beverly se quedó con la boca abierta al ver que era su padre.
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-Papa- no supo decir nada más. -Hola Beverly- al hombre se le cayó una lagrima, hacia 9 meses que evitaba ver a sus hijos. Sam corrió por el pasillo chillando de emoción hacia su padre. -Papi- abrazó la pierna de su padre- te he echado tanto demenos. Los demás se quedaron mirando sin decir nada. -Ben? Lo siento hijo, te he echado mucho demenos - decía mientras lloraba y sujetaba a Sam en brazos. -Estamos mejor sin ti, uno llega a acostumbrarse- Ben observaba a su padre seriamente sin mostrar arrepentimiento de sus palabras. -Ben, no digas esas cosas- Beverly riñó al niño pero sin enfadarse, ya que tenía todas las razones para estar así. Se le nublo la vista de lágrimas acumuladas. -No, Beverly, tiene todo el derecho de odiarme, tú también deberías hacerlo- Ella bajó la mirada sin decir nada. -Donde has estado? Te has olvidado de nosotros. - Ahora chillaba Alissa enfadada. -Lo siento, he sido un egoísta. -Ni que lo digas, por mi te puedes largar. - Ben le dio la espalda y se fue donde no pudiera ver a su padre. -Ben- le chilló por esas palabras tan duras que nunca habían salido de la boca de su hermano. -Lo siento Beverly, pero pienso igual que Ben- Alissa siguió a Ben. -No nos quieres papá? - el pequeño Sammy miró a su padre con mirada inocente. -Sois mi vida Sam, no volveré a irme jamás- miro hacia Beverly y repitió - jamás. Cassie empezó a llorar y Beverly enseguida reaccionó para ir a consolarla, pero su padre la frenó con una mano en su hombro.
