Lazo

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~ Ben ~
Como la última vez abrió la puerta de su ventana y salió. Caminó por el bosque hasta llegar a la vieja casa escondida. Fue por los arbustos a observar si veía a la niña o a su padre, pero no había ni rastro de ellos. Se dirigió a la ventana y pegó golpecitos. Observó como unos deditos abrían la cortina y al momento que vio la cara de Emma sonrió como solo el sabía, de forma burlona.
-Hola Sofía.
Emma abrió de golpe la ventana furiosa y antes de que abriera la boca Ben ya lloraba de la risa.
-Yo no me llamo Sofía estúpido niño- se quedó mirándolo de brazos cruzados y cuánto más reía más furiosa se ponía- de que te ríes ?
-Emma se como te llamas- levantó una ceja y se hizo el interesante- Hace un día demasiado bonito como para quedarte ahí encerrada.

-No voy a salir, mi padre me ha

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-No voy a salir, mi padre me ha...- pero antes de que acabase la frase Ben la interrumpió.
-Entonces si tu padre te dice que no seas feliz y odies la vida lo harás?
-Si, digo no. No sabes de qué hablas, vete por dónde has venido- le dio la espalda alejándose de la ventana.
-Espera Emma, acércate.
-No, lárgate.
-Tienes algo en el pelo- Emma se puso colorada y recordó la flor que se colocó en el pelo- No, no hablo de la margarita- volvió a poner la risa burlona.
- Que tengo? - mientras tanto tocaba su pelo intentando palpar.
-Un bicho, espera- puso los ojos pequeñitos intentando ver a distancia- Oh no Emma es una abeja- la niña miró con cara espanto y quedó inmóvil.
-Quítamela
-Para eso tendrás que invitarme a entrar.
-Si si, me da igual pero quítamela- se puso completamente histérica por miedo a que la abeja le picara.
Ben se coló en la habitación y se puso justo enfrente de la niña, quedó inmóvil mirando sus ojos.
-Pero que haces, quítamela Ben! - éste en vez de obedecer cogió un lazo de la mesita de Emma y salió corriendo por la ventana- Ben!- chillaba histérica su nombre.
-De verdad te has creído lo de la abeja boba? - reía mientras se colocaba las manos en su vientre como si le doliera reír con tanta fuerza.
-Devuélveme mi lazo.
-Que lazo? Este? - Lo sostenía en su mano mientras observaba a la niña y daba unos pasitos atrás- Que pena Emma, creo que tendrás que salir si quieres recuperarlo.
-No, se lo que intentas, volverás mañana y me lo devolverás, lo sé.
-No, si no sales no volverás a ver tu lazo y tampoco a mi.
Observó cómo pensaba una y otra vez indecisa si salir o no, en el fondo Ben sabía que lo conseguiría. Bajó la mirada hacia sus manos pequeñas apoyándose en la ventana, le temblaban tanto. Al fin saltó, saliendo de su habitación. Ben se fijaba en cada detalle, como por ejemplo en sus pies descalzos que movían los dedos disfrutando del pasto húmedo.

-Ahora dame mi lazo

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-Ahora dame mi lazo.
-Ven a por el.
Empezó a huir de ella por el campo verde, haciendo volar el lazo en su mano. Emma corría tras él intentando alcanzarlo sin poder evitar reírse y pasárselo bien. Ben acabó tropezando y Emma cayó encima suyo alcanzando el lazo.
-Te pillé.
Al momento Ben sintió vergüenza de tener tan cerca a Emma y se apartó, quedándose ambos tumbados en el pasto observando el cielo.
-Gracias Ben - el niño la observó extrañado.
-Porque?
-Por hacerme salir- ella lo observó y le sonrió- pero sigues siendo un tonto.
Ben no supo decir nada, ni siquiera burlarse de ella y eso que se le daba muy bien, le dejó impresionado que por primera vez Emma pareciera llevarse bien con el. Ella empezó a cantar mirando al cielo y Ben disfrutó de escucharla toda la tarde.

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