Fue hacía la cuna y cogió a Cassie.
-Buenos días dormilona.
A continuación se dirigió a la pequeña camita de Sam que tenía ya los ojitos abiertos.
-He oido mucho ruido Bev- el pequeño acariciaba sus ojos intentando sacar las legañas.
-Tenemos visita.
-Pero es muy pronto - se sentó al borde de la cama- voy a decir hola.
-Mejor más tarde, vale? Ahora vamos a buscar a James y papá.
-Bien- chilló Sam emocionado.
Se subieron al carro y marcharon hacia el pueblo. En esa situación no le quedaba otra opción que ser fuerte por mucho que solo pudiera pensar en Travis. Se sentía cruel utilizando aquella situación para distraer sus emociones por el.
Al llegar al pueblo se dirigió primero a la herrería.
-Vas a poder sujetar a Cassie? - Sam alargó sus pequeños bracitos tal y como ya le había enseñado su padre- Bien, no tardo.
Entró y su hermano la miró sorprendido y luego cambió la mirada a preocupado.
-Ha pasado algo?
-Te lo explico de camino.
Por suerte no había clientes y pudo cerrar sin dar explicaciones e ir a por su padre. Beverly explicó por el camino todo lo ocurrido y lo poco que sabía, ambos entendieron que debían estar en casa.
Una vez en la granja todos juntos, esperaron a que Emma despertara. Escucharon pasitos en la habitación.
-Creo que deberíamos ir a hablar con ella- dijo Will.
-Ben te toca ser el hombre de la casa y cuidar de tus hermanos- ordenó James.
-Yo sé cuidarme sola- dijo Alissa.
-Ni hablar, yo quiero ir también con Emma.
-Yo puedo hacer de hombre - dijo Sam.
-Los dos haréis de hombre, vale Ben? -James le colocó una mano en su pequeño hombro- Tu amiga necesitara hablar con nosotros, después entraréis a darle vuestros bollos.
Ben pareció entenderlo y no volvió a rechistar.
Beverly tocó a la puerta y escuchó como la niña corría hacia la cama, abrió la puerta poco a poco.
-Hola? Puedo pasar? -La niña que tenía la cabeza tapada fue destapándose poco a poco- Nos gustaría hablar contigo.
-Vale- dijo Emma flojito.
Entró a la habitación y James y Will la siguieron detrás.
-Hola, soy James- le dedicó su mejor sonrisa, lo más dulce que pudo.
-Dios mío, pequeña- Will miró a la niña triste- Quien diablos te a hecho esto?
Emma no decía nada.
-Vas a tener que contarnos que a pasado para poder ayudarte- James fue directo para que lo entendiera- Como te has cortado los pies?
-Con cristales- parecía avergonzada.
-Puedo sentarme a tu lado? -Beverly sabía que estaba muy asustada, necesitaría cariño, no era más que una niña.
-Si.
-Bien- sonrió y le cogió la mano- Cuéntanoslo todo y jamás volverán a hacerte daño.
Emma observó como sujetaba su mano y pasó la mirada uno a uno.
-Fue mi padre, estaba enfadado- se puso a llorar y Beverly la abrazó- Si no hubiera escapado me habría hecho más daño.
-Porque estaba enfadado? -Preguntó James.
-Llegó a casa chillándome y tiró la botella en mi cuarto y me hizo pisar los cristales mientras tiraba de mi pelo- Emma abrazó más fuerte a Beverly- Me odia porque maté a mamá.
-Como mataste a tu madre?
-Fue mi culpa por haber nacido, la maté.
-Jamas vuelvas a decir eso- Will también se sentó al lado de la niña- Mi mujer también murió por dar la vida al mayor tesoro que puede tener nadie, si tú madre dio la vida por ti niña fue porque te quería con locura, estoy seguro que fuiste sus mejores y últimos minutos de vida.
-Jamas va a volver a ponerte una mano encima, te lo prometo- dijo James.
En ese momento se escuchó golpear a la puerta con fuerza y Beverly noto como Emma empezaba a temblar.
-Quédate con ella - dijo Will.
Ambos se dirigieron hacia la puerta y Beverly se quedó abrazando a Emma.
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Tu tesoro
RomanceEn 1780 la familia lo era todo, se necesitaba una para sobrevivir a la sociedad y llevarse comida a la boca. Los padres casaban a sus hijos con otros hijos de familia con más dinero... Pero y si eso cambiara y cada uno sellara su propio destino?