Tu tesoro

~ Will ~

Ese día no fue a trabajar para recuperar tiempo perdido. Disfrutó de los bollos que Beverly hizo esa mañana y también de su compañía, como en los viejos tiempos. Pero Will se desesperaba por recuperarlos a todos, sabía que James tarde o temprano acabaría perdonando y Cassie y Sam eran pequeños... Pero los gemelos parecían odiarle y eso le hacía sentirse un hombre despreciable.
Fue a la cuna de Cassie y la cogió en brazos, de cada vez era más preciosa, siempre observando fijamente a los ojos sin distraerse como otros bebés.
-Vamos a por Sam.
Se dirigió hacia la habitación y vio al pequeño Sammy jugueteando con hormigas. Se acercó y le acarició el pelo suave.
-Sammy, vamos a pasear?
-Si papi.
El niño cogió la mano de su padre tiernamente y salieron los tres al campo de la granja.
-Mira papi- cogió una flor y se la colocó a Cassie sobre la oreja- a que está guapa?
-Esta preciosa.
Se colocó a Cassie en sus pies sujetándola de las manos, para que diera sus primeros pasos. La pequeña movía sus pies torpemente como si intentara dar saltos mientras pegaba chilliditos.

-Crees que cuando sea más mayor querrá jugar conmigo? - En ese momento Will se dio cuenta de lo solo que se había sentido su pequeño todo ese tiempo.- Ven aquí Sam, acércate vamos.
Sam se acercó sin entender muy bien que pretendía su padre.
-Estira tus brazos, eres fuerte verdad?
-Como James- el padre no pudo evitar reír mientras le daba a Cassie- pero no puedo papi, James dice que soy...- Antes de que acabara de hablar Will le puso a Cassie en brazos con cuidado que su hijo no aguantara el peso.
-Como yo creía hijo, eres muy fuerte- observó como los ojitos de Sam brillaron al sujetar a su hermana- Cuando Cassie sea mayor estoy seguro que no va a despegarse de ti, te va a querer muchísimo- Sam dio un tierno beso a Cassie mientras le susurraba <<mi tesoro>>.
A lo lejos Will escuchó a Alissa chillar y al momento cogió a Cassie y la dejó en el pasto.
-Sam cuida de ella.
Corrió lo más rápido que pudo hacia su hija y cuando llegó la encontró dentro del establo tirada en el suelo con la rodilla ensangrentada.
-Alissa- chilló preocupado- estás bien?
-Si, déjame- soplaba su rodilla para calmar el dolor.
-Déjame curarte- Al momento se levantó como si no le importara el dolor y se puso enfrente de su padre enfurecida.
-No quiero que me cures y tampoco quiero que finjas quererme, te odio.
-Alissa porfavor escúchame.
-No, tú me rompiste el corazón - se echó a llorar y salió corriendo hacia la casa.

Will quedó sin palabras y con un dolor en el pecho horrible, se apoyó contra la valla y empezó a llorar, pero intentó buscar sentido a lo que le había pasado a su hija. Observó al caballo blanco que trajo Rose al establo, era indomable, aunque tampoco tubo mucho tiempo de domarlo. Tenía un sillín mal puesto, estaba claro que Alissa estaba intentando lo imposible, pero a Willl se le ocurrió una idea. Cogió a Cassie y a Sam de la mano y los dejó en la habitación. Se dirigió hacia Alissa que estaba llorando en su cama, no quiso hablarle para que no se enfadase más.
-Esto es lo que necesitas hija- tiró las monturas más nuevas en su cama- Tu madre lo llamó Rumus.
Ella no le miró en ningún momento y Will sabía que no lo iba a hacer hasta que estuviera preparada, siempre había sido orgullosa. Le dejó su espacio y salió de la habitación para seguir pasando la tarde con Sam y Cassie.