Tu tesoro

~Beverly~

Pasó todo el día y la noche fuera de la granja caminando sin rumbo y llorando. Empezaba a amanecer y su familia debía estar preocupada, debía volver.
Abrió la puerta y al segundo su padre Will apareció ahí mismo esperando respuestas. Beverly volvió a hundirse y a sumergirse en lágrimas, Will sin decir ni una sola palabra abrazó a su hija consolándola.
-Mi pequeña Bev que te a pasado? - preguntaba sin dejar de abrazarla.
-Travis se a ido a Londres- se sentía como una niña haciendo pucheros.
-Londres? Pero si se acababa de mudar- dijo James desde la cocina con un vaso de leche en la mano.
-Sin ninguna razón? - Su padre la miraba de frente.
-No puedo contarlo.
-Sabes que si no quieres contarlo lo respetaré Bev, pero quiero entenderlo- dijo Will.
James dejó el baso sobre la mesa y se acercó a ella.
-Beverly- puso sus dos manos en sus hombros- En está familia no hay secretos, si tú sufres yo sufro también.
-Llegaréis tarde al trabajo.
-Pues acabaremos más tarde hoy.
Los tres se dirigieron a la mesa de la cocina y Beverly les contó todo con calma tomando un té.
-Porque ha vuelto ese sin vergüenza? -preguntó Will.
-No lo sé papá.
-Hay personas que no conocen nada más que la maldad Beverly- James colocó su mano encima de la de Beverly- Volverá, si te quiere lo hará y no importa cuánto tiempo pase.
-Ahora acuéstate hija, estarás cansada.
Una vez tumbaba pensó en las palabras de James. Claro que volvería, estaba siendo dramática... ¿pero y si no era así? ¿ y si jamás encontraba a Samantha ? ¿ y si en el intento los piratas lo mataban?
Se abrazó a sí misma pensando en Travis y cerró los ojos.