Es de noche, y Seokjin está en el descanso de media jornada. En el callejón, detrás del club, el aire es fresco y revigorizante y el joven aprovecha el momento para echarse colirio en los ojos. Parpadea repetidamente y se frota las manos tratando de entrar en calor. Es cuando las introduce en los bolsillos cuando nota que el papel todavía está ahí.
No es que se hubiera olvidado, lo cierto es que lo puso ahí a propósito con la intención de llevarlo con él. Debería de haber contestado, supone. Pero no intuye el alcance que puede haber tenido lo que sucedió la otra mañana cuando Jimin salió corriendo apresuradamente.
Seokjin extrae el telegrama del bolsillo y lo lee por enésima vez. Es escueto y ambiguo, y no puede entender qué es exactamente lo que Taehyung quiere que le diga.
Le ha mentido.
Sí.
Pero no ha sido el primero en hacerlo.
Con ese convencimiento arruga el telegrama y vuelve a guardarlo en el bolsillo del pantalón.Un par de horas antes del toque de queda, Seokjin camina a paso ligero en dirección a la tienda de música. La verja está a medio bajar y no hay luz en el interior pero Seokjin entra sin llamar porque sabe que lo están esperando.
--¿Jin hyungie? --grita una bailarina voz desde el fondo del local.
-- Ya estoy aquí, Hoba.
Camina entre los instrumentos que se esparcen por doquier hasta alcanzar la sala en donde Hoseok y Jungkook aguardan por él. Sobre la mesa, una maltrecha computadora ruge ofendida ante la exigencia de un Jungkook que no deja de teclear comandos.
--¿Cómo va?
--Depende.
--¿De qué? --indaga el recién llegado.
--De si has traído comida o no. Me muero de hambre.
Hoseok le da una palmada en el hombro al más joven, riendo.
--¡Pero si no hace ni una hora que has tomado la cena!
--¿Y qué? Todavía estoy creciendo -- se queja--. ¿Has traído comida o no?
--Pues claro que sí.
Seokjin extrae los snacks que ha comprado especialmente para Jungkook y los esparce sobre la mesa. Después fija sus ojos en la pantalla.
--¿Qué estás haciendo?
-- Ya casi tengo listo el siguiente tramo de la melodía; mira --le indica, señalando una partitura casi completa--. Hoseok ha tenido una buena idea para conseguir que se expanda más rápido.
Seokjin se vuelve para mirar al aludido, que no se hace de rogar.
--Si en vez de tratar de infectar el sistema directamente enviamos el virus por su sistema de mensajería digital y lo configuramos para que cada vez que alguien abra el enlace el virus se envíe directamente a todos sus contactos, el Yaza colapsará más rápido y tendremos tiempo de sobra para cruzar al otro lado sin que nos descubran.
Seokjin se muerde las uñas, pensativo. Es un buen plan. De hecho, es el mejor que han tenido desde hace mucho. Y Jin sabe que la vigilancia en las calles de Ilsam es feroz, con tantas cámaras y pantallas por todas partes. Necesitan bloquearlas de un modo u otro.
--¿Qué te parece, hyungie? --pregunta Jungkook mirándolo a través del cristal de las gafas, mientras mastica con orgullo.
--Me parece una idea excelente. Sólo pensad que es más que posible que haya alguien procurando no sólo detenernos, sino también encontrarnos -- dice, como si no supiera que eso es exactamente lo que está sucediendo.
--Creo que por hoy es suficiente --anuncia Jungkook, cerrando el ordenador--. ¿No os apetece tomar algo? ¿Habéis quedado con Taehyung?
A Seokjin se le encoge un poco el estómago al escuchar su nombre, pero arruga la nariz y parpadea varias veces, procurando disimular.
--Hace días que no sé nada de él --confiesa Hoseok.
--¿Tú tampoco, Jin hyung?
--No, nada --miente.
--Pensaba que os llevábais bien...
--No te creas, no tanto. En realidad, apenas lo conozco...
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Mentiré solo una vez más (BTS fanfic) /completa
FanfictionTaehyung no esperaba enamorarse de un chico que vive más allá del bosque, en la ciudad del humo, un lugar prohibido para la gente de su mundo. Si bien, Taehyung sabe mentir y es capaz de encubrir sus travesuras una y otra vez. Pero, ¿y si no fuera e...