Tangram

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Namjoon deja ir el aire en el mismo momento en el que cierra la puerta tras de sí y siente el alivio de estar de nuevo en el pasillo.
El rector ha sido claro con él en sus exigencias pero Namjoon cree que está haciendo todo lo que puede y le preocupa no estar a la altura de la situación, porque no podría lidiar con las consecuencias.

--Que el Yaza esté siendo infectado y que no seas capaz de bloquear el ataque no es bueno, Kim -- le ha dicho el hombre, mirándole por encima de las gafas.
Namjoon sólo agacha la cabeza y escucha, apretando los puños sobre su regazo.
--¿Sabes por qué estás aquí, verdad? --Namjoon asiente --. Esta es una de las mejores universidades del país; no es fácil entrar si no tienes cierta influencia.
--Estoy muy agradecido por la oportunidad --se apresura a apuntar.
--Pero todo tiene un precio, Kim, y estábamos convencidos de que podrías pagarlo...
Namjoon calla, tenso, porque no se le ocurre qué debería contestar a eso.
--Sabemos lo que hacéis. Yo también he sido joven, Kim, ¿crees que no me apetecía salir de clubs con mis amigos igual que hacéis tú, el heredero Park y ese chico rubio de tercer curso? ¿Cómo se llama...?
-- No sé a quién se refiere --miente Namjoon, con la voz temblorosa.
El rector tamborilea los dedos sobre la mesa estudiando el comportamiento de su pupilo.
--No le protejas, Namjoon. Él no necesita esta oportunidad y tú sí. --Repasa la pantalla del ordenador y la desliza hasta encontrar lo que busca--. Min Yoongi.
Namjoon aprieta los labios.
--Sabemos que hackea los drones del heredero Park. ¿Crees que esa es la única seguridad que le proporcionamos?
--Yoongi es buen chico --incide Namjoon, pero no puede decir que le ayuda con los galimatías porque se supone que es alto secreto.
--Sí, estoy seguro de eso --comenta el otro, con un tono que indica todo lo contrario--. Pero asegúrate de que no lo vuelva a hacer. De lo contrario, no creo que la casa Real tenga a bien que Park permanezca entre nosotros y eso es malo para nuestra reputación y mucho peor para ti.
--Haré todo lo que esté en mi mano.
--Supongo que sí...

Ahora Namjoon camina cabizbajo entre los neones del bulevard, buscando un lugar en donde pensar sobre cómo afrontar su futuro inmediato. Necesita resolver ese galimatías, sacar las notas de la canción y detener el virus. Y necesita hacerlo ya. Sin darse cuenta, se encuentra en frente del Ossu Seiromushi y decide entrar a tomar algo. Deja la cartera sobre la barra, rebusca algo en su interior y pide un cocktail que le ayude a olvidar sus problemas. Mientras piensa en cómo debería actuar a partir de ahora, juguetea con tangram que utiliza para desetresarse. Es un juguete inusual pero que apenas llama la atención, por lo que Namjoon suele llevarlo encima. Aunque no espera que este sea el día en el que alguien se fije en él.
-- Oh, ¿es un tangram? --pregunta un joven trajeado tras la barra. Namjoon recuerda sus facciones de otras veces--. Yo tenía uno igual cuando era pequeño --confiesa.
Namjoon se apresura a guardarlo en su cartera de nuevo, alejándolo de miradas indiscretas. Se toma el cocktail de un trago y antes de salir corriendo, echa un vistazo a la placa en donde reza el nombre del joven descarado.
'Seok Jung'

Mentiré solo una vez más (BTS fanfic) /completaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora