Mentiré solo una vez más (BTS fanfic) /completa

No soporto verte llorar

Hacía mucho tiempo que Taehyung no recibía una llamada desde la segunda línea de Yoongi y comprobar que aún lo tiene guardado como 'bebé' sólo consigue ponerlo más triste y nostálgico. Pero Yoons representa en estos momentos la única persona en la que puede apoyarse y él le ha pedido que vaya a verle, que no se quede encerrado en su habitación todo el día de nuevo y que le cuente lo que está pasando.
Así que Taehyung esconde la cabeza bajo la capucha de la sudadera tratando de ocultar sus ojos rojos e hinchados, y se lanza al pasillo en dirección a la habitación de Yoongi.
Trata de hacerse el fuerte mientras camina, pero siente el corazón encogido por el silencio de Seokjin, porque han pasado dos días y no ha contestado a su telegrama. Así que cuando Yoongi abre la puerta y su rostro sereno le escruta de arriba abajo, Taehyung entiende que a él no puede engañarle, y rompe a llorar.
--¿Qué está pasando, Taehyungie?
Yoongi le estira del brazo y le obliga a pasar al interior y el otro prácticamente se deja caer en el sillón, con la cara enterrada entre las manos. No le da vergüenza llorar frente a Yoongi. Se conocen demasiado bien como para eso. Pero se siente abochornado por no haber sido más responsable y haber escuchado al otro cuando le recomendaba que andase con cuidado. No quiere ver la decepción en los ojos de Yoons, simplemente no puede aguantar otro fracaso.
Yoongi se agacha frente a él, poniéndose a su altura, le retira las manos de la cara, le seca las lágrimas sin preguntar nada más.
--No me gusta verte llorar --musita, lo que provoca que el otro llore más fuerte. Porque no cree merecer su cariño, no después de haberlo déjalo de lado sin darse cuenta de que lo estaba necesitando también, no después de haber sido tan egoísta como para no comprender que todo el tema del virus le trae de cabeza, tanto, como para no dejarle ni dormir. Pero Yoons está ahí, secando sus lágrimas una vez más y acariciando su cabello, cuidando de él como nadie antes lo ha hecho.
-- Oh, Taetae... Basta, para ya... Me rompe el corazón verte llorar --insiste, plantándole un beso en los labios, suave y fugaz.
Taehyung se seca las lágrimas y procura recomponerse, para nada asombrado de lo que acaba de suceder. Porque la relación que existe entre ellos es la más fuerte y hermosa, la de un primer amor confuso y revuelto que se convirtió en una sincera amistad, tejida en los inestables hilos de una adolescencia sobrestimulada y frenética.
--Estoy bien, de verdad --miente--. ¿No has hablado con Jimin?
Yoongi le retira la capucha y le peina, dándole tiempo para que se explique si quiere; estando ahí para él si prefiere no hablar.
--Es porque Jimin piensa que Seokjin tiene algo que ver.
--¿En qué? --pregunta, colocándole el cabello rebelde tras las orejas.
--En todo el lío del Yaza...
Yoongi frunce el ceño ante esa información porque había notado un excesivo interés en el joven extranjero la otra mañana en la cafetería, pero no dijo nada para no crear sospechas infundadas. Se acomoda sobre la moqueta, cruza las piernas y deja que el otro que le cuente toda la historia. Que Jimin se escapó con Seokjin. Que Seokjin tenía un ordenador tecnológicamente avanzado. Que estaba escuchando la melodía.
--¿Y Seokjin qué ha dicho a todo esto? --pregunta Yoongi, observando al otro sentarse en el suelo frente a él, más sereno, aliviado de haberlo soltado todo al fin.
-- Le mandé un telegrama pero no ha contestado.
Yoongi chasquea la lengua.
-- No deberías volver a la Vaporera, Taehyungie --le aconseja.
--Entonces, ¿cómo voy a saber si es cierto? Es que no puedo creer que todo sea una mentira, Yoonie, dime que no es una mentira --suplica, al borde del llanto de nuevo.
--Jiminah no tiene ningún motivo para engañarte. A Seokjin no le conoces tanto.
Y es cierto, pero en el fondo de su corazón, Taehyung quiere creer que es honesto, que no es un mentiroso como él, que se dedica a engañar a todo el mundo para su propio beneficio.
--Sé que vas a volver --sentencia el mayor porque conoce a la perfección como brillan sus ojos cuando está enamorado y después de mucho tiempo, los ha vuelto a ver encenderse por ese chico. Y Taehyung sabe pelear por aquello que ama, así que Yoongi no tiene duda de que no se dará por vencido hasta que sea capaz de comprobar por sí mismo que la traición es cierta--. Sólo dime cuándo vas a marchar e iré contigo.