Taehyung no esperaba enamorarse de un chico que vive más allá del bosque, en la ciudad del humo, un lugar prohibido para la gente de su mundo. Si bien, Taehyung sabe mentir y es capaz de encubrir sus travesuras una y otra vez.
Pero, ¿y si no fuera e...
--Si esto es una broma, no tiene gracia --sentencia Taehyung, tomando distancia. --¿Qué? Yo no bromearía con algo así... -- se defiende Jimin, secándose las lágrimas. -- No sabes lo que dices. Habrá sido un malentido. Jin no tiene ni idea de cómo funciona nuestra tecnología-- insiste Taehyung, con la voz temblorosa, recordando la cara de sorpresa del otro esa misma mañana cuando él le ha configurado el juego en la cafetería. --Te ha engañado, Taehyung. Ha fingido no saber, ha deambulado con los ojos abiertos como platos, pero era todo una actuación. Tienes que creerme... --suplica. --Basta, vete ya. Son sólo tres palabras pero consiguen herir a Jimin y abrir una brecha entre ellos dos. -- No, no, Taetae, por favor, escúchame --implora Jimin, decidido a no perder a su amigo--. ¿Cuántas posibilidades hay de que esa canción llegase a Jin por casualidad? Piénsalo. ¿Y si solo se ha acercado a ti para pasar a Ilsam más fácilmente? --¿Acaso te ha hecho daño? ¿Te ha retenido? ¿Te ha dicho alguna mala palabra? -- No... --balbucea Jimin desconcertado. --Estás demasiado acostumbrado a que todo el mundo te complazca, a que todo salga como tú quieres. --¿A qué viene eso? --Simplemente eres demasiado caprichoso, egoísta, sólo piensas en ti mismo... --escupe Taehyung sin pensar, gesticulando exasperado, sin ser consciente de todo el daño que puede hacer--. El otro lado era algo mío-- dice, golpeándose el pecho, nublado de ira--, y tú me obligaste a compartirlo sólo para acabar destruyéndolo. Jimin hipa y ya no es capaz de decir nada más. Sólo deja ir las lágrimas esperando que la tormenta pase. Pero no pasa. No esta vez. --Vete --insiste Tae, abriendo la puerta.
En el momento en el que la puerta se cierra, Taehyung se vuelve hacia el escritorio y redacta un escueto telegrama. Le tiemblan las manos, siente el pulso acelerado golpeando en la sien, le falta el aire... Pero consigue enviar ese mensaje
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