T r e s.

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"Chikistrikis".



Gritos, llantos, insultos y azotes de puerta fue la forma de canalizar la ira que mi hermana tuvo al llegar a nuestra casa.

—¿Realmente es necesario?—Pregunté al ver cómo lanzaba todas las almohadas de su cama al suelo, tirándose sobre ellas para golpearlas.

—¡Muy necesario!.

Rodé los ojos con fastidio, sosteniendo el puente de mi nariz entre mis dedos mientras soltaba todo el aire de mis pulmones.

No había nada que hacer cuando Lola entraba en una crisis, sólo esperar a que se calmara. Pero viéndola de esa manera ciertamente me ponía los nervios de punta.

La idea de desmayarla de un golpe se me cruzó por la cabeza cuando empezó a gritar cual demonio en un exorcismo, pero la descarté completamente. Si me acercaba a ella lo más probable es que me tirara por la ventana, y por el momento no me apetecía morir.

Me alejé de ahí y caminé hasta mi habitación, acariciando la cabecita de mi mascota quién descansaba plácidamente sobre la alfombra del pasillo.

—Mañana te sacaré a pasear—Le comuniqué antes de darle un besito y alejarme de ahí. Recibiendo como respuesta un ladrido.

Me adentré a mí cuarto, lanzándome de manera descuidada a mi cama luego de haber cerrado la puerta.
Estaba agotada y bañarme no estaba en mis planes, así que solo me saqué las zapatillas y me dispuse a dormir.

—Mañana será otro día.

□ □ □ □ □ □ □ □ □ □

A la mañana siguiente las cosas no habían mejorado en nada.
Trataba de seguir durmiendo pero era inútil.

Seguía escuchando los gritos de mi hermana incluso luego de haber tapado mi rostro con la almohada.

"Hoy sí me apetece morir" pensé cuando escuché un gran golpe en la pared.

Me refregue las manos contra el rostro, sacándome las lagañas y saliva que se había quedado pegada en mis ojos y mejillas. Sentándome sobre el colchón, observando durante unos largos minutos un zapato.

—Hermoso—Murmure entre bostezos.

Sacudí la cabeza y me puse de pié, arrepintiéndome al instante cuando un mareo me hizo volver a sentarme.

El cansancio y la mala alimentación me estaban cobrando facturas el día de hoy.

Si Papi se entera seguro me patee el trasero por no hacerle caso y comer más ensalada en la cena.

Me puse de pie nuevamente, sosteniendome de la esquina de la cama, caminando con tranquilidad hacia la puerta de mi habitación.
Elevé un brazo y olfatee mi aroma, arrepintiéndome al instante de mi decisión.

—Es culpa de las mocosas hormonales de ayer—Hablé entre dientes mientras tomaba un par de bragas y la playera más fea de mi placard.

Con mi ropa ya en mano y un olor que noquearia hasta a un médico forense, salí de mi habitación con destino al baño, en donde me encerré por unos largos minutos.

Una vez bañada y sin olor a cebolla, baje las escaleras con un humor renovado.
Papi se encontraba en la cocina, posiblemente preparando el desayuno para su esposo; o también conocido como Papá.

DORK || Im Jaebum || [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora