DORK || Im Jaebum || [COMPLETA]

C u a r e n t a y u n o .

"Extrañar".

Jason camina a mi lado regreso a casa.
Lo que esperé que fuera una charla sobre mis problemas, terminó en un revuelto de anécdotas chistosas y chistes raros que no tenían sentido.

Si bien no era el punto del encuentro, me había ayudado a no pensar demasiado en las cosas.

Fue como desconectarse de la realidad por un par de horas, y a pesar de no habérselo dicho, estaba agradecida con el.

Era extraño como cambiaba la opinión hacia una persona.

Antes pensar en respirar el mismo aire que el me generaba una sensación de asco que me era imposible de explicar, pero ahora, luego de conocer esa faceta torpe y divertida, me encontré a mi misma disfrutando de su compañía.

No se comparaba ni con Jaebum, ni con Lola. Pero era agradable tener a alguien en quien contar en estos momentos.

Al llegar a mi casa, Jason se despidió de mi, asegurandome que este tipo de encuentros no serían solo cosa de hoy.
Y yo, como buena odiosa, lo mandé al diablo con una sonrisa de auténtica felicidad mientras le pateaba el trasero para que se marchara de mi entrada.

Al entrar lo primero que escuché fueron los ladridos de Luna, y lo segundo a Bastian gritando maldiciones en -lo que suponía yo- era la habitación de Lola.

Mi primer pensamiento fue que por fin habían logrado avanzar y dejar su amistad de lado, y estaban festejando ese paso teniendo sexo (por más asqueroso que sonara).
Pero eso cambió cuando escuché mi nombre entre ellos, y junto al mío, el de el cara de Dumpling.

Sabía y era consciente que Bastian era un gran seguidor de su grupo, lo que no sabía es que su admiración por el también llevara amor incluido.

Tenía miedo de acercarme y que cumpliera una vez por todas su juramento de matarme y deshacerse de la basura del mundo, pero también confiaba que Bastian tenía un poco más de raciocinio que mi hermana, y que si le explicaba la situación; entendería lo que me pasaba y el porqué de mi silencio.

Mis padres no se encontraban en casa debido al trabajo, y sin ellos no había lugar donde esconderme.
Temía ir a mi habitación y cruzarme con Lola, pero tampoco podía evitarla por el resto de mi vida.

Con la cabeza gacha caminé hacia la escalera, subiendo cada escalón con una lentitud digna de un caracol.
Mi teléfono suena y no hace falta mirar para saber de quién se trataba.

Mientras estaba con Jason, Jaebum había mandando una millonada de mensajes. Mi acompañante notó que no tenía intenciones de contestar, y a pesar de no saber la razón por la cual lo ignoraba, dijo algo que me había quedado grabado en la cabeza:

"—No sé que pasa ahí, pero siento que extrañas de la misma manera en la que te extrañan. Cualquiera puede hacerlo, sobre todo cuando es la madrugada y el sueño no suele llegar. Pero no cualquiera te necesita en la tarde, cuando estás con amigos o pasando un buen rato".

No entendí a lo que se refería, pero el final de sus palabras fue lo que me abrió los ojos.

"—Cualquiera puede extrañar cuando esta solo. Incluso tu, estando conmigo pasando un buen rato, noto que algo te hace falta. Si lo extrañas entre risas, es porque sabes que con el te ríes mejor, y deseas con todas tus fuerzas volver a reír con el".

Era más cursi y dramático de lo que esperaba, y sin embargo tenía razón.
Mientras estaba con el, mi mente solo proyectaba la imagen de Jaebum.