O n c e .

500 62 14
                                    

"Groupie".




—¿Me va a doler?—Preguntó sosteniendome de las muñecas, permitiéndome ver con lujos de detalles como su mirada preocupada se tornaba atemorizada.

Rodé los ojos, sonriendo con altanería antes de darle un pequeño golpe en la frente de manera juguetona.

—¿Puedes relajarte? Soy una profesional en esto, confía en mí.

El asintió no muy convencido por mis palabras. Y no lo culpaba, eso de "profesional" me lo había inventado.

Tome el objeto cilíndrico entre mis dedos, acercandoselo al orificio. Notando un ligero temblor en su cuerpo cuando la punta lo rozó.

—¡Hazlo de una vez, tonta!—Chilló provocandome un pequeño salto por el susto.

—¡Eso intento, mono estupido!—Chille en reclamo—Me pones nerviosa.

El chico sonrió, acomodando su cabello, regalandome una mirada que por lo que supuse intentó ser coqueta.

—¿Te pone nerviosa estar cerca de alguien tan sexy como yo?.

Rodé los ojos de nuevo, aprovechando su parloteo incesante para meter el objeto rápidamente en el orificio. Alejandome rápidamente al ver la extraña expresión que tiñó su rostro.

—¡Casi me tocas el cerebro con esa cosa!—Se puso de pié, alejándose de mi con intenciones de quitarse el objeto.

Copié su acción, tomándolo de la mano cuando estuvo a punto de tirar del hilo.

—¡Yah! No seas dramático, es solo un tampón.

—¡Pero esto no va en la nariz! Me has lastimado más, bruta.

—¿Querias ir por la vida con la nariz chorreando sangre? Por mi no hay problema, quizás tienes suerte y mueres de una hemorragia.

Me miró horrorizado y yo estalle en carcajadas.

—Eres increíble, vine aquí con intenciones de verte y terminé con la nariz rota y con un tampón obstruyendo mi respiración.

Me acomodé en el asiento, arreglando la chaqueta que el me había prestado para cubrirme. Un gesto que me pareció sumamente tierno, y que obviamente no se lo hice saber.

Sorpresivamente, luego de aquella secuencia en la que una verruga, dos golpes y un apretón de senos estuvieron involucradas, pudimos mantenernos en paz por unos segundos. Porque habíamos pasado varios minutos discutiendo, yo porque quería parar la sangre y el porqué se negaba a que le colocara un tampón.

Aún no sabía su nombre o porqué me había citado en un lugar como este.
Solo quería llegar a lo que vinimos, arreglar el asunto, y quizás; burlarme un poco de lo hinchada que se encontraba su cara.

—Okay, Rudolph, deja de llorar y dime que es lo que tenemos que hacer para acabar con todo el drama.

El muchacho nariz de tomate paró con sus quejas, mirándome con duda antes de reacomodar su postura junto a mi.

—Pues la verdad sí, nos metimos en problemas pero no es algo que no tenga solución—Comentó, haciendo énfasis en el "NO", devolviéndome la caja de tampones que le había prestado para su nariz.

DORK || Im Jaebum || [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora