N u e v e .

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"Decidir".


Me tiré sobre el césped cuando la coach anunció el final de la práctica. Mis compañeras pasaban junto a mi, despidiéndose y deseandome un buen día.

—Adiós, chicas...—Murmuré, levantando mi brazo con las pocas fuerzas que me quedaban, sacudiendo la mano en su dirección.

—Señorita Evans ¿Le sucede algo? La he notado distraída durante la práctica...—Suspire cansada cuando la voz de la coach llegó a mi.

No estaba de ánimos para aguantar sus sermones, a pesar de que sí, era cierto. El entrenamiento fue un asco y tomaba responsabilidad de aquello.

Pero simplemente no podía concentrarme, no cuando luego de haber discutido por unos largos minutos por teléfono, había aceptado encontrarme nuevamente con el coreanito piel de seda.

Lejos de emocionarme, ese encuentro me hacía sentir paranoica. Como si todo el mundo me observara y supieran lo que pasaría dentro de una hora.

—Tiene que estar enfocada ¿Sabe lo importante que está presentación para el equipo?—La coach seguía con su parloteo y yo estaba empezando a molestarme.

Con la poca fuerza de voluntad que me quedaba, me levanté del césped, situandome frente a la mujer.

—Lo lamento, no volverá a ocurrir.

Me disculpé pese a que no tenía ganas, viendo como una sonrisita nacía en su rostro.

Llevó su mano a mi cabeza, acomodando mis sudorosos cabellos detrás de mi oreja en un gesto bastante... ¿cariñoso?.

—Has mejorado bastante pequeña Billie, he notado que te has esforzado para cumplir con mis expectativas y las de tu padre. No dejes que esas cosas que pasan por tu cabeza te distraigan de la meta.

—¿Meta?—Pregunté sin entender a lo que se refería.

—Ser la mejor Cheerleader que esta secundaria podria tener—Respondió con obviedad.

Contuve en impulso de rodar los ojos y me apresuré a despedirme de ella.

Me emocioné por un momento al escuchar el final de su discurso, pero la ilusión no había durado demasiado.

Ser parte del equipo no fue mi elección, papi lo había decidido incluso antes de que nosotras llegáramos a su vida.
Y no es para que me malinterpreten mis palabras. Esto empezó como un pasatiempo, para mantener mi cuerpo en movimiento y quizás llegar a ser más cercana a las chicas del equipo.

Cosa que lo fue al principio, pero con el paso del tiempo se convirtió en un deber más que una forma de divertirse.

Me sentía frustrada, y sus palabras no me eran de ayuda.

Porque sabía que ella y Papi tenían grandes expectativas conmigo, pero temía a decepcionarlos cuando ellos notaron que yo no era la gran cosa y que ser parte del equipo no era algo que yo deseaba, al menos, no ahora.


—Espero mucho de ti, pequeña Billie. No me decepciones—Finalizó su oración con una palmadita en mi cabeza. Alejándose de mí y dejándome con más peso del que podría cargar sobre los hombros.

DORK || Im Jaebum || [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora