C u a r e n t a .

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"Simio".


Las cosas iban de mal en peor, y ni siquiera había pasado una semana desde ese suceso.
En la misma noche donde Lola había descubierto mi "algo" con Jaebum, corrí detrás de ella para darle la mejor explicación que me saliera.

No me escuchó, y a pesar que sabía que aquello iba a pasar, tenía un poquito de fe en que solo con hablarlo se solucionarían las cosas.

"—Me traicionaste".


Fue lo que dijo, lastimandome más de lo que alguna vez imaginé.

Jaebum intentó ayudar y actuar como mediador durante la discusión, pero su presencia solo alteró a Lola hasta el punto de hacerla sufrir una crisis nerviosa.

Había llorado, gritado e incluso pateado cada puerta de la casa, y tenía una leve sospecha de que mi hermana optó por destruir la casa antes de ponerme una mano encima.

Pero siendo sinceras, merecía más que un buen golpe.

Después de aquello le pedí a Jabum que se marchara y que no volviera a hablarme hasta que pudiera solucionar las cosas con Lola.
Pero el seguia insistiendo por medio de mensajes, que por obvias razones, me había negado a responder.

No estaba lista para enfrentarlo.

Sí había que señalar culpables, uno de esos dedos acusatorios me pertenecía.
Y asumiría mi responsabilidad por ello, pero lo que afectaba a Lola por demás; era Jaebum.

Fue por el que todo empezó, y por esa misma razón estábamos envueltos en esto.

Estaba enojada con el, y conmigo misma por esconder los hechos con tal de pasar un buen rato.

Todo pudo haberse evitado si le hubiese puesto un 'alto' desde el comienzo.

Pero soy estúpida, y hablar no estaba dentro de mis capacidades cuando las cosas se me salían de las manos.
Tenía la firme creencia de que las cosas mejorarían eventualmente.

Pero al cruzar a Lola por los pasillos, y notar el rencor y la decepción reflejado en sus ojos; entendía que esto no era algo que el tiempo podría curar.

Quizás nos pasamos un poco de la raya, y exageramos más de lo necesario, pero nadie -a parte de mis padres- sabía la historia que cargabamos con nosotras.

Pasamos muchas cosas feas dentro de ese lugar al que todos conocían como "casa de acogida", y lo único bueno que me quedo de ello fue Lola.

Siempre había sido mi refugio ante los maltratos de otros niños y siempre acudía a ella cada vez que sentía que las cosas me sobrepasaban.

Lola había estado para mi en todo momento, cumpliendo su rol como hermana incluso antes de serlo.

Al no crecer con una familia real, me veía en la obligación de buscar a alguien a quien seguir, a quien admirar. Y ella a pesar de ser mayor que yo sólo por un año, ella había cuidado de mí, asumiendo más que el papel de una hermana.

Lola era lo más cercano a una madre.

Y no era sólo ella quien habían asumido roles, yo también me vi con la obligación de devolverle, aunque sea, un cuarto del amor y compañerismo que ella me había brindado.

DORK || Im Jaebum || [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora