V e i n t i n u e v e.

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"Algo".





Las luces artificiales en combinación con las estrellas daban un panorama de ensueño. Pero estaba demasiado lejos de compararse con la belleza que irradiaba el hombre a mi lado.

Hacía más de diez minutos que trataba de concentrarme en otra cosa que no sea su varonil perfil, pero mis ojos no podían moverse hacia otro lado, parecían estar hipnotizados con su belleza.

Con mi mentón sobre mi mano y suspirando cada cierto tiempo, volví a sentirme la niña que vivía enamorada del profesor de filosofía de primer año, escuchando atentamente todo lo que decía... incluso si no soltaba palabra alguna, los soniditos que hacían sus labios al beber café me parecían completamente melódicos.

Quizás eran ideas mías, pero algo tan simple como beber de una tasa... el lo hacía ver tan hermoso.

"Estas completamente loca" me dije internamente, sonriendo en respuesta pues en cierto punto, me estaba volviendo loca por el.

Intenté pensar en otra cosa, fijando mi vista en ese edificio con la gran publicidad que cambiaba de colores cada cinco segundos. Pero nuevamente volvía hacia el.

—Si no dejas de mirarme de esa forma, pensaré que estás haciéndome el sin respeto en tu cabeza—Comentó rompiendo el silencio, regalandome una sonrisa burlona de soslayo.

—Te estoy haciendo un favor... tu ego de chico sexy e inalcanzable no se alimenta por si solo—Contesto de igual manera.

—No alimentas mi ego... de hecho cuando me miras así me siento vulnerable...—Replicó, dejándome en un corto estado de shock por su confesión.

Me remuevo en el sofá e intento buscar las palabras correctas para responder a eso, sintiéndome como una idiota al no saber que decir.

—¿Qué?—Pregunto estupefacta, golpeándome por dentro por no ser capaz de soltar una oración completa.

—Cuando tu me miras... mi corazón late rápido y me da miedo porque tengo la impresión de que saldrá disparado de mi pecho. Además me tenso y tiemblo cuando tu estás cerca...—Rasca su nuca en un gesto que demostraba lo nervioso que se había puesto—Es cómo si perdiera el control de mi mismo... pero tu sonrisa es lo que más me altera. Por dentro quiero gritar como una puberta lo haría por Harry Styles, pero por fuera intento mostrarme duro... como si tu no me afectaras en lo absoluto.

Inhibida, con el corazón corriendo una maratón y la cara ardiendo con la potencia de siete infiernos juntos. Me quedó con la boca abierta, esperando a que me dijera que solo se trataba de una broma.

Jaebum era seguro de si mismo.
Sabía lo que valía y no perdía oportunidad alguna de recordar lo atractivo que era.

Pero viéndolo temblar con la mirada asustada, ahora sólo podía compararlo con un trozo de gelatina.

—¿Porqué me dices eso?—Pregunté.

Me sentía curiosa al respecto.

Si me ponía en una balanza para medir mis cosas buenas y malas:

Jaebum conmigo tenía más para perder que ganar.

DORK || Im Jaebum || [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora