Los Secretos de Miriastir.- Intervención Divina

Capítulo 12.- Tentaciones

Kira

Estaba caminando un poco, como a cualquiera de vez en cuándo prefería pasar un rato a solas, la verdad seguía pensando en lo que había dicho Amaris, en parte me sonó a verdad, pues se suponía que la vitas también éramos una casta dominante.

Observé mi cabello, se suponía que este hablaba de como éramos y ver como el color del de Amaris cambió tan rápidamente me hizo darme cuenta de que tal vez tenían verdad, mi cabello era de tono naranja, se suponía que las vitas también podíamos llegar a tener cabello rojo, pero casi siempre iba de rubio a naranja.

—Amaris es mejor peleadora de lo que parece —escuché la voz de Nain a mi lado.

—A las alfas las hacen pelear más, es obvio que sean mejores que nosotras —le respondí antes de alejarme, intentando ignorarla.

—¿En serio me ignoraras por solo un golpecito?

—Ese “golpecito” me dolió bastante —le respondí observando mi mano, tres de mis dedos estaban rojos por el golpe—. Además de no ser por Amaris me hubieras…

—No exageres, solo pensaba asustarte un poco —me dijo llegando a mi lado—. ¿Por qué te volvería a golpear cuándo ya había ganado?

—¿Para complacer a Alara tal vez?, Amaris y Alara han sido rivales desde que se conocen…

—Y tú también de Alara, aunque no se si te des cuenta, no es que tu yo tengamos alguna rivalidad.

—Tal vez tengas razón, la verdad es que hay cosas que no se si tienen sentido…

—¿Cómo que disfrutes tanto de los Hanki y no te enamores de ellos?

En cuánto oí eso me puse a toser totalmente avergonzada, no era posible que hablara asi de ese tipo de cosas.

—Espera, ¿Nunca has estado con uno? —yo volteé mi rostro, para no mirarla.

—¿Acaso tú si?

—Por supuesto, no hablaría de ellos si no fuera así —explicó como si se honrará de eso.

—¿Te das cuenta de que alguno de ellos pudo haber sido tu padre? —pregunté pero ella se riyo.

—Para evitar eso es que solo he estado con chicos que no me superan por más de cuatro años.

La miré sin lograr comprender, ¿Qué tanto podrían excitarle para que los desee así?, o sea, era comprensible que estuviera con uno para probar, pero… ¿con varios?, ¿Acaso quería quedar embarazada antes de terminar sus estudios?

—¿Estas demente?, ¿Te das cuenta de lo que pasaría si quedarás embarazada?

—¿Embarazada?, hay formas de evitarlo, lo sabrías si prestaras atención a clases mientras la maestra de anatomía se pone a hablar sobre su vida —¿en serio presta atención a esas charlas?, son sumamente aburridas en mi opinión.

—¿Realmente crees lo que esa profesora dice?

—No es la única, es más que conocido que el silfio ayuda evitarlo casi sin fallas —explicó y yo dejé mi boca abierta.

El silfio era la planta más cara que existía, aunque tampoco es que se necesitará demasiado, se decía que las hojas de solo una de sus hojas, podía usarse para hacer un té, capaz de hacer a cien mujeres inmunes al embarazo por tres días.

—¿Dices que compraste silfio?

—Asi es, compre una hoja hace tiempo, resultó que vender té de silfio es muy buen negocio en Deasrin, así que no me costó mucho llegar a un trato conveniente al mostrarles la hoja.

—¿Entonces te dan té de silfio gratis?

—Digamos que si, al menos hasta que cubra los beneficios de la hoja que les di —. Me miró de extraña manera—. Si quieres podría solicitar un té para ti, digo para que experimentes un poco…

—Estas loca…

—¿Qué?, ¿acaso nunca te a dado curiosidad como se siente?

—Bueno si, pero…

—¿Amaris no te dejaría?

—No necesito permiso de nadi…

—Bien, entonces piénsalo, te doy tres días, ya sabes que este tipo de ofertas no se da dos veces en la vida —entonces se retiró sin darme opción a responderle.