Capítulo 40.- Aclarando las Cosas

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Amaris

—No nos evites la mirada Amaris, comportate como una verdadera Alfa —exigió Kira. Rara vez la sentía tan decidida, tan furiosa.

—Yo no soy lo que ustedes merecen yo...

—Es verdad, tal vez mereceríamos una Alfa que no quisiera dejarnos por el menor problema —respondió Dana sin quitarme la mirada de encima.

—Lucía no tenía que pasar por esto es mi culpa y yo...

—Fui yo la que propuso que lo hiciéramos —objetó Kira mientras la siguiente canción empezaba a sonar. No temas.

"No me temas, no temas lo que te diré...
No temas a mis palabras...
No temas a mis sentimientos."

—Y todas lo aceptamos, sabíamos lo que podía pasar, nuestra hija no es un castigo Amaris, es sólo un reto que debemos superar juntas —se quejó Lucía.

"Te necesito, te quiero, compréndeme...
No me temas, no temas mi sentir...
No te alejes, no me dejes."

—Y por eso merecen algo mejor, yo no...

"Tu dices que hay alguien mejor...
Tu crees que me hará feliz...
Tu crees que me harías sufrir"

—No eres perfecta Amaris ¿Acaso alguna de nosotras lo es? —me preguntó con seriedad.

"No la quiero a ella aunque parezca mejor...
Por ella no siento nada...
No como lo siento por ti"

—Para mi si lo son, son per...

—No lo somos, yo llegué a considerar estar con chico a tus espaldas. —yo eso lo sabía, pero que me lo dijera de pronto no me lo esperaba.

—Yo lo sabía y le guardé el secreto, no esta bien tener secretos de ese tipo dentro de una manada —añadió Lucía, volteé a verla y noté que llevaba un collar. Cuándo retiró sus manos de este lo identifiqué.

"¡No! ¡No! ¡No! No la quiero a ella...
No me dejes con ella, no por favor...
No te vayas, no me dejes, no rompas mi corazón."

—Si vamos a mencionar nuestras peores mentiras, ni Kira ni tú me gustaban cuándo empezamos a salir con ustedes. Pero ya que a Lucía le gustaban, decidí probar —expresó Dana dejando ver su collar de igual manera.

Siempre supe que, lo qué Dana sentía por Lucía era más fuerte de lo que sentía por Kira o por mi, pero no pensé que realmente no sentía nada por nosotras cuándo empezamos a salir.

"¡Quédate conmigo!...
Haré lo que sea por favor...
¡Quédate conmigo mi amor!"

La última estrofa de la canción resonó con fuerza en mi cabeza.

Sentí como Lucía tomaba mi mano izquierda y Dana mi mano derecha.

—Amaris Priani Sáenz ¿Nos harías el honor de ser la alfa de nuestra manada? —habló Kira extendiendo hacia mi una cajita simple aunque con ligeramente decorada, y al abrirla un collar de compromiso estaba ahí.

Miré con ojos llorosos a Kira, recordaba haber deseado hacer algo muy especial para proponérselos y entonces lo entendí. Ellas habían escogido las dos canciones, ellas habían enviado a Heidy, ellas...

—Acepto chicas, acepto... Acepto que seamos una manada ante los ojos de los cinco dioses —sonreí dejando que Kira me pusiera el collar.

Entonces nos tomamos las cuatro de las manos cruzando nuestros dedos, mientras nos poníamos de pie, para decir las palabras.

Los Secretos de Miriastir.- Intervención Divina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora