Capítulo 15.- La Voluntad de los Dioses 3ra parte

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Desperté totalmente extasiada, las palabras de los cinco creadores seguían fluyendo en mi mente pero me era imposible pronunciarlas, aún así conocía perfectamente su significado, no estaba segura si era real o no.

—Amaris tuve un sueño raro, pero precioso —escuché la voz somnolienta de Kira, volteé a verla, ella no solía despertarse hasta que yo la despertara, y por lo que se podía ver, el sol acababa de salir.

—¿Qué tipo de sueño?

—No lo se, era como si los mismos dioses creadores me hablaran, fue una especie de melodía perfecta, en la que iban esas palabras que jamás en mi vida escuché —estiró su brazos—. Tal vez si me vuelvo a dormir las pueda oír otra vez —mencionó mientras ponía sus brazos bajo su cabeza y está la giraba para mirarme.

—Creo que soñé lo mismo que tú Kira, o al menos algo muy similar.

—¿Y que te dijeron? —cuestionó.

—Lo que oí fue… —me quedé muda no sabía como producir aquellas vocalizaciones, eran tan únicas que me era imposible replicarlas tal y como fueron—. Umkhosi —fue la única palabra de entre las que había oído que fui capaz de pronunciar, sabía lo que las demás significaban pero no como decirlas, era como si fueran de un idioma desconocido sin nada en común con el que sabía hablar.

—¿Umkhosi?, yo también recuerdo esa palabra de mi sueño, pero en mi sueño también dijeron muchas otras cosas como… —se quedó en silencio unos momentos —. No me es posible pronunciarlas, ¿cómo es posible que haya soñado un sonido y sea incapaz de replicarlo?

—¿Recuerdas que significaban esas palabras? —ella asintió mientras bostezaba, se veía muy cansada, pero había algo diferente en ella.

—Sabes, debo estar muy cansada, porque te vez diferente a lo que te recuerdo, aunque aún así te reconozco.

En ese momento me di cuenta, su cabello se veía totalmente lizo, puro, como si no se hubiera movido en toda la noche, su piel estaba un poco pálida a comparación a como la recordaba, pero mostraba tanta vitalidad como siempre, sus ojos se habían tornado un color lila brillante.

—Te quedan bien los ojos celestes, ¿desde cuándo los tienes de ese color? —preguntó y yo me levanté de golpe directo al espejo, mi rostro se veía diferente, más estilizado, mi piel estaba más suave, como si fuera nueva, si nunca nadie la hubiera tocado, me veía muy linda.

—Creó que no fue un sueño después de todo —habló Kira levantándose también, y si antes ya la consideraba una chica linda, ahora era algo aún más allá se veía preciosa—. ¿Qué tal me veo? —preguntó

—Perfecta —le respondí.

—Tampoco exageres, cierra la boca antes de que se te entre una mosca, y te recomiendo ponerte ropa interior de tu talla —soltó una risa y al bajar mi mirada, me di cuenta que mi ropa interior había caído al suelo, al parecer estaba más delgada que antes.

Por alguna razón sentía, sin embargo, que esta no sería ni la primera, ni la última revelación que tendríamos en estos días.

Los Secretos de Miriastir.- Intervención Divina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora