Los Secretos de Miriastir.- Intervención Divina

Capítulo 14.- La Voluntad de los Dioses 2da parte

No entendía que pasaba, solo veía una luz blanca en todo mi alrededor, no sentía mi cuerpo, nada, pero de pronto inicié a escuchar un misterioso sonido, una especie de melodía que no podía dilucidar y escuché misteriosas palabras.

Palabras que nunca había escuchado, palabras que no descifraba su origen, palabras con tono, duración, intensidad y timbre que lograba una armonía inefable, algo étereo, melodioso a más no poder, transmitía una paz y tranquilidad que parecía imperturbable.

La describiría en vuestra lengua como una serendipia, algo que nunca buscamos, pues nunca supimos de dicho, pero que al encontrarlo sabemos que daríamos todo por seguir teniéndolo.

Describirles esas palabras tal y como fueron sería imposible, pero su significado era aproximadamente el siguiente:

Amaris de la subespecie istar, la cuarta de las subespecies de la especie de los hombres del intlango, tal vez la especie que tuvo a los más codiciosos de entre todas las que creamos, pues llamarse se hicieron los hombres puros.

De aquella especie que provino de la especie de madre y de la olvidada primera humanidad.

Especie cuya primera subespecie, la subespecie del desierto, dio lugar a dos más, los hombres de las monturas que habitan en el oriente del mundo y los hombres de las praderas que prosperan en el occidente, en los alrededores de donde tu raza habita.

Fue a partir de la subespecie de las praderas que a ustedes las creamos, como la cuarta subespecie, la subespecie de las istar, como el principio de un futuro nuevo para la raza de las praderas, pero ellos las rechazaron y las temieron.

Por eso nuestra intervención es prematura, previa a que su linaje consuma a una parte importante del linaje de las praderas, hoy les concedemos aquello que ninguna de las otras dos subespecie de hijas de la raza de las praderas tuvo, hoy dejarán de ser una subespecie más de entre las subespecies de los hombres y mujeres del desierto.

Hoy les concedemos la separación, hoy la subespecie de las istar se convertirá en la primera subespecie de una nueva especie, la especie de las mujeres de umkhosi.

Sabemos de todas sus necesidades y falencias, de las que temen que sea la perdición de su pueblo, pero hijas de la creación crean en nosotros sus creadores, nunca hacemos algo sin saber que es correcto, nunca dejamos a nuestros hijos he hijas olvidados, la suya es la primera especie de la cuarta generación de las especies de los humanos, y aunque por los siglos que pasaron no lo supieron ver, a partir de esta época verán, que son capaces de mucho más de lo que creían.

Tras esas palabras la melodía se apagó por unos momentos y la luz blanca fue cubierta por la más profunda negrura que fuera posible vislumbrar, exceptuando por cinco pequeños puntos blancos uno al centro y los otros cuatro reunidos en dos pares a cada lado de este, en ese momento la melodía volvió a empezar.

Amaris de la subespecie istar, la primera de las subespecies de la especie umkhosi, creciste sintiendo que este no era tu lugar, sintiéndote diferente a otras, aunque en realidad no lo eres tanto como creíste.

Eres una de a las que hemos escogido, para ser las primeras de aquéllas que obtendrán lo necesario para salvar a tu pueblo, sin dejar de ser quiénes son, tu decides si aceptas o no.

No estoy segura de como elegí, solo recuerdo que sentí como si muchos recuerdos fluyeran a mi en instantes, y tras que elegí todos esos recuerdos se borraron de mi.

Amaris confiamos en ti y en tu pueblo, confiamos en que son dignas de sus nuevos cambios.