Capítulo 33.- Espadas 2da parte

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Dana

La espada ligera era mi arma favorita, era un arma rápida como los palos de lucha, pero más precisa, el objetivo de esta arma era buscar los puntos débiles de las armaduras, en lugar de intentar dañar las armaduras.

Para lograrlo nos basábamos en movimientos rápidos e impredecibles.

Eso hacia que entrenar con alguién más sin lastimarla dependía de espadas sin punta, y aún así no era especialmente seguro.

Mi oponente en esta ocasión era una chica dhelta de un par de años menor, su agilidad y entendimiento de los movimientos eran buenos, pero se notaba demasiado miedo en ella.

Dejé de atacar un momento.

—No dejes que se manifieste tu miedo, eso te hace lenta, ahorita no hay peligro para ti—expliqué del mismo modo que una compañera me había dicho la primera vez que entrené con espadas.

—Pero, cuándo esto sea real yo podría...

—Exacto, podrías morir, y por eso debes ser capaz de pelear sin miedo —le explique poniendo mi mano sobre su hombro—. No te pido que no temas, te pido que aceptes tu miedo y lo alejes de tu mente.

—No se como hacer eso.

—Solo debes relajarte —indique para iniciar a atacar de nuevo. No podíamos charlar demasiado, pues la maestra nos observaba.

Sonreí de manera tranquila para darle confianza.

Los movimientos de espada ligera eran rápidos. Buscar puntos débiles, mantenerse lejos y atacar desde una distancia que tu oponente no pueda atacarte. Algo difícil de lograr, por eso los primeros entrenamientos de las novatas éramos las alumnas mayores quiénes les ofrecíamos oposición.

Mientras la atacaba podía observar no demasiado lejos, detrás de ella a Amaris entrenando. Con una chica joven, me tomó un rato confirmar que era una vita.

Verla me pareció extraño, no parecía como en otros entrenamientos, Amaris parecía moverse más ligera, de manera más natural, como si estuviera buscando comunicarle sus movimientos a la chica.

Era algo extraño en ella, pues solía camuflar sus movimientos aparentando otros. De esa manera solía evitar que sus oponentes la vencieran.

Sin duda algo había cambiado en ella con la noticia reciente, aunque fuera incapaz de afrontarla.

Los Secretos de Miriastir.- Intervención Divina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora