Una pequeña sonrisa se formó en los labios del moreno.
—¿Por qué no?—Porque apesar de todo pasé los mejores años con él. Aunque nunca me correspondió yo era la más feliz estando a su lado, estando entre sus brazos, besándolo —sorbió su nariz—, siendo suya.
—Exacto. El amor es un juego... Uno que solo los valientes podemos jugar. Como en todo se gana y se pierde, y hay que saber perder. Es algo de dar por querer, sin esperar nada a cambio.
Asintió volviendo a sorber su nariz, tratando de calmar su llanto.
—Me sentía bien dándole todo de mí apesar de no tener nada de él. —Se apartó un poco, sosteniéndose aún de sus hombros y mirándolo a los ojos. Suspiró—. ¿Sabes? Creo que de cierta forma me reconforta un poco saber que eres tú quien me ganó la batalla. Al menos sé que no me dejó por no ser suficiente o algo así, sino porque no soy un chico... Porque no soy tú. Me hace sentir tranquila saber que su corazón se queda en buenas manos. —Apretó suavemente sus hombros y sus labios se curvaron en una débil sonrisa—. Felicidades, fuiste el afortunado que los dioses eligieron para tener a alguien tan valioso como Liam.Sonrió sin mostrar los dientes.
—Sí, lo soy. Y sé que tú igual lo serás algún día. También encontrarás a esa personita especial que te completamente.Negó.
—No lo creo. No creo que vuelva a amar a alguien de esta forma. Y no lo digo por decir, solo por el calor del momento, lo digo desde el fondo de mi ser... —suspiró y se alejó ahora sí por completo de él. Caminó hasta la entrada y recogió sus llaves del piso antes de abrir la puerta.—Espera —dijo Zayn—, también tienes que hablar con...
—Lo siento pero no quiero hacerlo. No estoy molesta, pero estoy más que dolida... Creo que lo mejor será tomar una gran distancia. Adiós —dijo antes de salir y cerrar detrás de ella.
No hubo necesidad de que Zayn le hablara al Liam, este salió apenas escuchó la puerta cerrarse. Estaba llorando silenciosamente. Caminó a paso lento hasta donde Zayn y lo miró sin ninguna expresión en su rostro.
—Vete —dijo directamente.—¿Qué?
—Que te vayas, Zayn —sorbió su nariz—. Ahora mismo.
Parpadeó incrédulo y se acercó hasta quedar frente a frente, con las puntas de sus pies tocándose.
—No lo tomes contra mí.—¿Cómo no quieres que lo haga? —bufó molesto—. Tú viniste apesar de que te dije que no lo hicieras —dijo golpeando su hombro con su dedo índice—. Tú trajiste esa tonta carta contigo y comenzaste a leer apesar de que te dije que no lo hicieras —dijo golpeándolo nuevamente con su dígito—. Y tú insistes en hablar de amor y querer besarme apesar de que sabías que estaba mal —dijo dándole un último pinchazo.
El enojo subió de a poco hasta lo más alto de su ser.
—¿Me estás jodiendo? Si alguien tiene la culpa en todo esto eres tú —dijo empujándolo hacia el sillón haciéndolo sentarse de golpe—. ¡Si tan solo le hubieras dicho desde un maldito principio que no te gustan las mujeres, nos hubieras ahorrado a todos esta maldita mierda! —gritó señalandolo acusador.Los ojos de Liam comenzaron a derramas más lágrimas, sabía que era cierto pero no quería aceptarlo, y no le gustó para nada el tono de voz del moreno. Un involuntario puchero se formó exhibiendo su regordete y tembloroso labio inferior.
—N-no... —su voz se quebró. Cubrió su rostro con ambas manos recargando los codos en sus rodillas.El semblante y temperamento del moreno se ablandaron, ver a Liam era lo peor en todo el universo. Suspiró.
—Perdón, no quise...—¡Vete! —lo interrumpió poniéndose de pie.